Tras dos años de pandemia, una de las preguntas más reservadas dentro del ámbito médico y social es el hecho de no haberse contagiado por COVID-19 hasta ahora, incluso habiendo convivido con alguien positivo de coronavirus.
Más de 374 millones de personas de todo el mundo han sufrido las consecuencias de la enfermedad, según cifras de las autoridades sanitarias. Sin embargo, según dieron a conocer recientemente en la revista científica Nature Immunology, un equipo de trabajo coordinado por el Instituto Humanitas y el Hospital San Raffaele de Milán y Londres descubrió cuál es el principal motivo de que algunas personas no contraigan COVID en su organismo.
En ese marco, los científicos hallaron un tipo de molécula parte de la inmunidad innata que se une a la proteína espiga del coronavirus y la bloquea. Se la conoce como Lectina de Unión a Manosa (MBL, por su sigla en inglés) y presenta la particularidad que se trata de un "ancestro funcional de los anticuerpos", es decir, de una proteína capaz de atacar al virus de formas similares a las de los anticuerpos que forman el sistema de defensas con el cual nacemos.
Sobre esa línea, los científicos consideran que es una forma de “inmunidad innata”, convirtiéndose en un mecanismo de defensa contra el COVID-19, como si de los anticuerpos de la vacuna se tratase.
"Descubrimos que la MBL se une a la proteína pico del virus y la bloquea", explica el profesor Alberto Mantovani, director científico de Humanitas y profesor de la Universidad Humanitas. "Y hemos comprobado que es capaz de hacerlo con todas las variantes probadas, incluida ómicron", destacó el especialista.
Nuevo tratamiento contra el COVID-19
"El camino es largo pero es importante tratar de tener otras armas disponibles contra el virus. Entre otras cosas, MBL ya ha sido infundido por otros investigadores y médicos como terapia en sujetos con deficiencia genética completa y ha sido bien tolerado", señaló Mantovani.
En ese caso, una de las principales hipótesis sobre la actuación de esta “inmunidad innata” es la configuración de fármacos, mediante la transformación de células inmunitarias, con el objetivo de equilibrar la inmunidad con las vacunas contra el coronavirus.
Por otro lado encontraron, a partir de datos de pacientes internados, que según variaciones genéticas las personas producen diferentes cantidades de MBL y que esto está relacionado con la gravedad del cuadro de COVID-19.
En ese sentido, esto podría ayudar a comprender qué rasgos genéticos influyen en la susceptibilidad al virus y si existe la posibilidad de usar esa molécula como señal para orientar las decisiones médicas ante manifestaciones tan diversas y cambiantes de la enfermedad.