El año pasado fue un año muy tumultuoso para los famosos de la farándula argentina. El Wandagate, protagonizado por Mauro Icardi, Wanda Nara y María Eugenia "La China" Suárez, irrumpió en la segunda mitad del año y ocupó las pantallas de los programas de televisión y las redes sociales. Pero no muchos recuerdan que antes, a mitad de año, Benjamín Vicuña se separó de La China.
Una de las primeras cosas que hizo el actor trasandino después de finalizar su relación con Suárez fue conseguir un cómodo y espacioso departamento con el objetivo de que sus cinco hijos se sientan puedan sentir confortables cada vez que lo visitaran. De cierta manera quería que se adueñaran del espacio y lograran sentirlo como propio, pese a que era un nuevo hogar.
De esa manera, se le ocurrió ambientar de forma especial cada una de las habitaciones que ellas ocuparan. Debido a que algunos son más grandes, tuvieron voz y voto en el momento de tomar decisiones.
Aunque Amancio, el más pequeño, fue la excepción porque para él las cosas fueron diferentes. Al ser tan chiquitito, a Vicuña no le quedó otra opción que armarlo a su propio gusto.
Según las imágenes que compartió el actor en las redes sociales, siguió el consejo de una pareja amiga que vive de la decoración. El color blanco es el color principal y lo cortó con una alfombra de color natural y almohadones más oscuros. Eligió vinilos de animalitos para que las paredes se luzcan y la cortina es de color celeste pastel, esto último le dio el toque de calidez que faltaba.
Los que lo conocen a Vicuña saben que prefiere la decoración minimalista y los tonos claros para el interior de su casa; por el contrario, la China Suárez siempre se inclinó por la ambientación barroca, sobre recargada y con colores vivos.
