Ezequiel Pocho Lavezzi (36) disfruta del verano en José Ignacio, Uruguay. Luego de haberse retirado del fútbol, el deportista -que tiene en su poder un buen número de propiedades repartidas por el mundo y un patrimonio económico que ronda en los 150 millones de dólares- se enfoca en gozar de su familia y sus seres queridos. No obstante, sus formas de festejar y celebrar no habrían caído bien entre sus vecinos uruguayos.
En Intrusos (América) se mostraron este lunes imágenes de la exclusiva playa donde suele acudir Lavezzi junto a sus amigos. Al parecer, el enojo con el exfutbolista se originó en el hecho de que bajaron hasta el mar con combis.
En esa línea, detallaron que también asistieron al lugar con una heladerita con gaseosas, botellas que eran abiertas con encendedores, tampoco faltaron reposeras y sombrillas para acomodarse en la zona. No obstante, el objeto que provocó el enojo de los lugareños fueron los parlantes para escuchar música a todo volumen.
Si bien los elementos y la forma de asistir a la playa puede ser común en Mar del Plata, no sucede lo mismo en José Ignacio. “Llegás y te vestís automáticamente de blanco”, bromeó Flor de la V a la hora de describir la zona donde vacaciona Lavezzi.
Pocho Lavezzi blanqueó su romance con Natalia Borges
Si bien hace tiempo que ambos comparten postales desde los paradisíacos sitios que suelen visitar juntos, Lavezzi decidió oficializar públicamente su relación con la modelo brasileña Natalia Borges estos últimos días.
Además de amigos, el exfutbolista también se encuentra acompañado de Tomás, su hijo de 16 años. El joven, que sueña con jugar en la Primera de Rosario Central, se desempeña actualmente en las Divisiones Inferiores. Por su parte, El Pocho se mantiene firme en su retiro definitivo del fútbol ya que ha rechazado distintas ofertas para jugar en diversos clubes.