Expertos de la salud en Inglaterra revelaron que monitorean oficialmente una nueva subvariante de Ómicron, denominada 'ómicron furtiva'. La Agencia de Seguridad Sanitaria del Reino Unido (por sus siglas en inglés UKHSA) marcó a BA.2 como una “variante bajo investigación”.
Es decir, la nueva cepa estaría en un nivel por debajo de una “variante de preocupación”, después de que los primeros datos sugirieran que puede ser más transmisible y más capaz de evadir las vacunas que las variantes anteriores del virus del COVID-19.
Si bien esta subvariante de ómicron original, BA.1, presenta ciertas diferencias que pueden hacer que se propague más rápido y sea más difícil de detectar, algunos estudios preliminares sugiere que podría ser menos peligrosa que la variante original.
Detalles de su propagación
Asimismo, según la Organización Mundial de la Salud, ahora quizá supere a la variante anterior con unos 8.000 casos identificados en más de 40 países, incluidos Estados Unidos, India, Alemania y Australia.
Sobre esa línea, en Reino Unido, se detectaron unos 426 casos desde que se designó por primera vez el nuevo linaje en diciembre. Aunque ese número puede parecer pequeño en comparación con las decenas de miles de casos diarios de COVID-19 durante los últimos dos meses, se cree que la cifra real de la subvariante BA.2 será muchas veces mayor porque solo se verifica una fracción de las infecciones debido a las variantes.
Ómicron Furtiva
Su apodo "furtiva" proviene de una de sus principales diferencias con la variante ómicron original. Si bien, la variante sudafricana fue relativamente fácil de rastrear debido a una peculiaridad específica, la eliminación de un gen de espícula, que la hizo destacar en las muy utilizadas pruebas de PCR sin la necesidad de una secuenciación adicional del genoma, la nueva variante no parece tener esta característica, lo que la hace más difícil de monitorear.
Quiere decir que, las pruebas de PCR aún detectarán si alguien tiene esta variante de COVID-19, pero las muestras deberán enviarse para un análisis de laboratorio adicional para determinar si se trata de la “furtiva”.
Sin embargo, aunque las agencias de salud europeas se encuentra trabajando las 24 horas analizando BA.2, todavía no hay alertas desde el sector y parece haber poco temor de que cause otra ola de infecciones.
En ese marco, el Dr. Tom Peacock, uno de los primeros virólogos en dar la alarma sobre ómicron, dijo: “Incluso con una transmisibilidad ligeramente más alta, esto no es absolutamente un cambio de delta a ómicron y, en cambio, es probable que sea más lento y más sutil”.
Y agregó: “Dicho esto, no me sorprendería que BA.2 reemplace lentamente [a ómicron] en los próximos meses con mutaciones un poco más ‘optimizadas’”.
El científico, del Imperial College London, le comentó a medios locales que algunos estudios tempranos de India y Dinamarca indican que no hay una diferencia dramática en cuanto a la gravedad de la nueva subvariante.
Por su lado, la Dra. Meera Chand, directora de incidentes de COVID-19 de la UKHSA, declaró que una forma alterada de la variante ómicron no fue inesperada porque, por su propia naturaleza, los virus están en constante evolución.
Y añadió: “Hasta ahora no hay evidencia suficiente para determinar si BA.2 causa una enfermedad más grave que BA.1, pero los datos son limitados y la UKHSA continúa investigando”, puntualizó la científica, y señaló que más datos permitirán sacar conclusiones más precisas dentro de una semana o dos.