La coronafobia ya está señalada como una nueva fobia emergente específica del COVID-19. Presenta las siguientes características: miedo, angustia, depresión y ansiedad por la posibilidad de contagiarse de coronavirus que motiva comportamientos autolimitantes y desadaptativos que pueden llevar al aislamiento social y generar un gran impacto en la salud mental.
La coronafobia es un desorden psicológico acuñado en 2020 y ampliamente estudiado desde que se declararon los primeros brotes de COVID-19. sin embargo, los síntomas ya descritos se han exacerbado por el mayor alcance de la pandemia y la nueva cepa de ómicron, que está causando un contagio masivo a nivel mundial, generando un enorme impacto social en todos los niveles.
En ese marco, este trastorno ha sido objeto de numerosas investigaciones científicas desde los primeros momentos de la pandemia, tomando muestras principalmente en profesionales sociosanitarios y personas mayores o vulnerables.
Asimismo, este trastorno mental puede afectar tanto a la población susceptible como a personas sanas, si bien ciertas patologías asociadas como: los comportamientos compulsivos o episodios de ansiedad y depresión no tratadas favorecen a su aparición, otras enfermedades preexistentes o rasgos de personalidad como la propensión a la ansiedad y la preocupación, la intolerancia a la incertidumbre o la vulnerabilidad autopercibida frente a las enfermedades también pueden desencadenar en una coronofobia.
A su vez, especialistas señalan que es fundamental el entorno social, siendo las restricciones sociales impuestas por la pandemia muy propicias para su aparición, especialmente los confinamientos domiciliarios.
"Las consecuencias del aislamiento social en el bienestar de los adultos mayores son un problema de salud pública que se ha visto exacerbado por la pandemia y el aislamiento genera que tengan un mayor riesgo de tener síntomas de depresión y ansiedad", señaló un estudio publicado en la Revista Española de Geriatría y Gerontología.
Respecto a la nueva ola que generó ómicron, indicaron: "La pandemia actual ha generado la aparición de una ansiedad excesiva a contraer el COVID-19, llamado también coronafobia", especificó Tomás Caycho,uno de los autores del escrito publicado en la Revista Española de Geriatría y Gerontología.
Y detalló: "Estas personas tienden a experimentar un conjunto de síntomas fisiológicos desagradables desencadenados por pensamientos o información relacionada con el coronavirus. La presencia de coronafobia se relaciona con la preocupación excesiva, estrés, síntomas de depresión, ansiedad e ideación suicida".
Detalles del estudio
Los estudios de coronafobia tomaron como muestras a personas sin deterioro de la conciencia, demencia u otros trastornos mentales en un momento en el que regían restricciones por el estado de emergencia y cuarentenas focalizadas con aislamiento social obligatorio.
En ese sentido, emplearon la 'Escala de Ansiedad por Coronavirus' (Coronavirus Anxiety Scale por sus siglas en inglés CAS), diseñada para identificar casos clínicos probables de ansiedad disfuncional asociados con la pandemia.
Los resultados que obtenidos reflejaron que el 13,5% de las personas evaluadas presentaban coronafobia. "Este hallazgo fue similar al 12,3% de ingleses que indicaron sentir síntomas de ansiedad durante la pandemia" en estudios precedentes señala el autor, que advirtió que "estos niveles de coronafobia podrían aumentar la probabilidad de mantenerse en aislamiento social y ser un factor de riesgo para el desarrollo de otros problemas emocionales".
Por otra parte, los expertos mencionan que el miedo ha sido una de las emociones más frecuentes asociadas a la pandemia del COVID-19: "Incertidumbre, preocupación, ansiedad por la salud, exposición a los medios, salud personal y el riesgo para los seres queridos, son los factores que pueden afectar el estado de ánimo de las personas mayores o comportamiento y empeoran sus condiciones físicas, sociales y cognitivas", señala otro estudio de la Fundación ARCED en Dhaka, Bangladesh, y la Universidad de News South Wales, en Australia, que eleva el porcentaje de personas con coronafobia al 19,4%.
Quiénes corren mayor riesgo
Respecto a quiénes son más vulnerables a presentar síntomas de coronafobia, los estudios señalan que las mujeres tiene casi el triple de probabilidad de informar ansiedad disfuncional o coronafobia en comparación con los hombres.
Asimismo, mencionan que este no es un resultado inesperado, ya que, está acorde con lo reportado en la población general; sin embargo, otro estudio con población más joven no reporta diferencias por género. "Esto parecería indicar que las diferencias entre hombres y mujeres pueden ser más marcadas conforme se avanza en edad".
A su vez, también remarcan que los resultados del estudio apuntan que la coronafobia en mujeres puede generar que malinterpreten sus propias sensaciones, y hacerlas más vulnerables al deterioro de su salud mental.
"Los hallazgos de este estudio sugieren que la coronafobia puede ser un problema relativamente común en adultos mayores, por lo que, debido al creciente envejecimiento de la población, es importante realizar estudios que permitan determinar la prevalencia de problemas de salud mental para orientar a los profesionales y responsables políticos en su prevención y tratamiento", reflexionaron los especialistas respecto a las medidas políticas y sanitarias que se deben de tomar a futuro.
En tanto, uno de los factores externos a la enfermedad como lo es la parte económica, también ha sido señalada como un factor fundamental para activar síntomas de esta afección: "Las normas de distanciamiento físico también pueden elevar el riesgo de problemas de salud mental, debido al mayor riesgo de aislamiento social y dificultades económicas por la pérdida del empleo; y estudios cada vez más numerosos identifican la enfermedad como un factor desencadenante de trastorno de estrés postraumático (TEPT)" .
En por eso que, las personas que contraen COVID-19 pueden tener un riesgo particularmente alto de resultados adversos de salud mental; sin embargo, "aquellos que no lo contraen también pueden tener un riesgo elevado", advirtieron los expertos.