Kristin Schoonveld, una mujer estadounidense de 52 años del estado de Indianápolis, Estados Unidos, había sido adoptada cuando era bebé y recurrió a las pruebas de ADN cuando era adulta para localizar a sus padres biológicos.
En la misma línea, Kristin, envió una prueba de ADN a 23andMe en el otoño de 2019 para maximizar la búsqueda de su familia biológica, sin embargo, jamás pensó que se encontraría con coincidencias respecto a un hijo.
Es que, la mujer se sorprendió cuando abrió los resultados de la prueba y vio una coincidencia que decía "hijo". En ese sentido, al principio creyó que se trataba de un error, ya que nunca había estado embarazada, sin embargo, pronto recordó que había donado sus óvulos de forma anónima cuando tenía 25 años en 1994.
En ese marco, Schoonveld tomó contacto con su hijo biológico que nunca supo que existía, dos décadas y media después de haber donado sus óvulos. A su vez, Parker Erickson, de 26 años, quien fue concebido mediante fertilización in vitro con uno de esos óvulos, también, se encontraba trabajando con la institución en búsqueda de su madre biológica, a quien desde entonces ha tenido la oportunidad de conocer.
La reacción tras la noticia
Luego de haber recibido la noticia, Kristin, quien creyó en un principio que "debía ser algún tipo de error", conoció a su hijo: un joven que creció en Santa Cruz, California que también se encontraba investigando sobre sus padres biológicos.
"Estaba mirando la palabra 'hijo' en la parte superior de mi lista de resultados,ni siquiera pude registrar lo que estaba pasando. Pero Parker se parecía a mí", confesó la mujer de 52 años.
A su vez, remarcó que fue el perfil de Parker lo que terminó haciéndola recordar sobre la donación de óvulos que hizo hace varias décadas, decía: "Fue concebido a través de FIV con una donante de óvulos".
Por su parte, se supo que Parker Erickson había ido al sitio de donantes no solo para encontrar a su madre biológica, sino también para averiguar si tenía hermanos perdidos hace mucho tiempo.
"Siempre había una especie de pregunta en el aire como, '¿Podría haber alguien más?'", mencionó el joven de 26 años, y agregó: "Mis padres dijeron que no. Pero estaba igual de esperanzado como [mi novia] Kaylee, de que pueda haber algún hermano'".
Asimismo, Kristin y Parker comenzaron a enviarse mensajes y, en noviembre de 2019, la madre biológica de Parker viajó con su hijo adoptivo, Nick, a Indiana para encontrarse con su hijo y sus padres, dos décadas y media después.
El encuentro
Respecto al encuentro con su hijo biológico, Schoonveld describió haber experimentado un "amor instantáneo", diciendo: "Es como si lo hubiera conocido toda su vida". Por su parte, Parker señaló que "fue como salir con gente que ya conocía". "Fue instantáneamente fácil amarse el uno al otro", cerró.
Asimismo, ambos descubrieron una coincidencia: la madre que crió a Parker también se llama Kristin, y tanto ella como la madre biológica de Parker fueron nombradas por el mismo personaje del libro, 'Kristin Lavransdatter', del libro del mismo nombre de Sigrid Undset.
Cómo surge la idea de donar óvulos
Según las declaraciones que Kristin Schoonveld le hizo a medios locales, a la mujer de Indianápolis se le ocurrió la idea de la donación de óvulos luego de leer un artículo respecto al tema en 1994.
Tras haber sido adoptada en 1969 en una adopción cerrada, estaba intrigada y decidió solicitar ser donante. Luego, con el pasar del tiempo, una pareja la seleccionó y, después de meses de inyecciones de hormonas, voló a California para la extracción de óvulos, relató Kristin.
Luego de haber realizado la donación sin complicación, la pareja que se hizo de los óvulos le envió una nota de agradecimiento escrita a mano: "Desde el fondo de nuestros corazones, gracias por ayudarnos a tratar de tener un bebé".
"Nos suenas como una persona maravillosa, maravillosa", escribieron, y continuaron expresando: "Esperamos que toda esta experiencia no haya sido demasiado dura para usted. Cuídese bien y sepa que su regalo para nosotros significa mucho para nosotros. Sinceramente, esperanzados padres".
En tanto, Kristin expresó que en los años posteriores de la donación, "ocasionalmente se maravillaba con la idea de que podría tener un hijo biológico", pero rara vez pensaba en ese tema, confesó.