Este martes 18 de enero se cumplen siete años de la muerte de uno de los días de mayor conmoción social y política en la Argentina. Es que, aquel domingo en horas de la noche se conocía la noticia de que habían encontrado muerto al fiscal de la Unidad Fiscal de Investigación Amia (UFI-Amia), Alberto Nisman.
Cabe recordar que, el entonces fiscal, sacudía la agenda pública del gobierno de Cristina Kirchner. El mismo tiempo cumple una causa judicial que oficialmente está centrada en torno a la hipótesis de que al funcionario judicial lo mataron, que tiene cinco procesados y que en la actualidad tiene al menos tres frentes abiertos.
En ese marco, una pericia informática, un incendio en la Casa Rosada y las declaraciones de ex espías y agentes de inteligencia, conforman los tres procesos investigativos que están en marcha en el expediente judicial que está alojado en Comodoro Py a cargo del juez Julián Ercolini y el fiscal Eduardo Taiano.
Supuestos participes de la muerte de Nisman
Respecto a la pericia sobre material informático que se le secuestró a Diego Lagomarsino, el perito informático procesado como partícipe necesario de la muerte de Nisman, por haberle prestado el arma del que salió la bala mortal, en el mes de septiembre pasado, la Corte Suprema le puso fin a una puja entre la defensa del informático y la Justicia por el análisis de una notebook, un teléfono y otros dispositivos, y avaló el estudio que se encuentra en curso.
"Son dispositivos que se secuestraron en 2017, más de dos años y medio después del hecho y no hay nada previo a 2015 ya que mi teléfono fue comprado mucho tiempo después. Contiene comunicaciones entre abogado y cliente, por eso no debería ser el fiscal que discrimine qué es útil a la causa y qué no", le indicó Diego Lagomarsino a Perfil.
La investigación se lleva a cabo en un marco en que la Justicia tiene como hipótesis principal que a Nisman lo mataron y que supuestamente fueron al menos dos personas que lo golpearon y le hicieron injerir ketamina antes de hacerlo. Al menos así lo marca la pericia que hizo la Gendarmería durante la gestión Patricia Bullrich, la entonces ministra de Seguridad.
Otros casos de investigación
Además de la investigación de los dos supuestos partícipes de la muerte del fiscal, también se encuentran procesados cuatro de sus custodios por no haber advertido la situación. El lado opuesto del escenario ubica al oficialismo y al propio Lagormarsino que insisten en que en realidad fue un suicidio.
Asimismo, una vez que termine la feria judicial de verano, está previsto que la causa se mueva con la ronda de declaraciones testimoniales a varios ex agentes y funcionarios de la entonces Secretaría de Inteligencia, hoy Agencia Federal de Inteligencia (AFI).
Según la información reflejada por los medios, originalmente la lista era de entre 50 y 80 agentes, pero con el pasar del tiempo se fueron desestimando muchos testimonios y restarían menos de diez.
El objetivo de ese trabajo es ahondar en un contexto sindicado como una "guerra de espías", que detectó la fiscalía a través de una importante cantidad de llamados entre teléfonos que respondían a un sector del organismo vinculado al ex director de Contrainteligencia, Jaime Stiuso, y, por otro lado, al ex director de Reunión, Fernando Pocino.
A su vez, otro de los puntos pendientes para resolver gira en torno a un llamativo episodio que ocurrió en la Casa Rosada un día antes de que apareciera muerto el fiscal en su departamento del piso 12 de la Torre Le Parq de Puerto Madero.
El particular hecho trata de un incendio que destruyó los discos donde se guardaban los registros de ingresos y egresos a la sede del Poder Ejecutivo. En ese sentido, Taiano pretende establecer si ese episodio tuvo o no alguna relación con la muerte de Nisman.
