Novak Djokovic fue deportado y no podrá jugar el Abierto de Australia. Así lo determinó este domingo el tribunal australiano de forma unanime. El tenista había presentado en las últimas horas un recurso mediante su defensa y esperaba el veredicto recluido en un hotel de Melbourn.
Tras el anuncio el deportista serbio aseguró estar "profundamente decepcionado” por la cancelación de su visado en Australia, y abandonó finalmente el país en un vuelo a Dubai, según informaron los medios locales.
El ministro de inmigración de Australia revocó el viernes por segunda vez la visa de la estrella del tenis que no se ha vacunado y dijo que su presencia podría generar un "aumento del sentimiento contra la vacunación e incluso incitar "disturbios civiles".
El abogado de Djokovic, Nicholas Wood, calificó las afirmaciones del gobierno de que la estrella del tenis se había convertido en un "ícono" para el movimiento antivacunas como "simplemente erróneas".
Djokovic también posee una prohibición de regresar al país durante tres años, excepto en ciertas excepciones, que pueden incluir “circunstancias imperiosas que afectan los intereses de Australia”.
Djokovic viajó el 5 de enero a Melbourne desde España con una exención médica por no estar vacunado al haber estado contagiado de la covid-19 recientemente para disputar el torneo que comienza el lunes y donde tiene previsto enfrentarse en primera ronda a su compatriota Miomir Kecmanovic.
Australia, que aplicó una de las políticas más duras del mundo contra la pandemia, que incluyó el cierre de sus fronteras internacionales por más de 18 meses, solo permite la entrada de extranjeros que tengan la pauta completa del suero contra la covid-19 o con una exención médica para casos muy puntuales. Por lo que con esta medida demostró que ninguno de los ciudadanos posee privilegios a la hora de enfrentarse a la ley.