Después de años de mantener la tradición anual de la Familia Real, la Reina decidió suspender el ritual de la cena en Sandringham por la pandemia de Covid-19 y los duques de Cambridge aprovecharon la oportunidad para celebrar la Noche Buena en su mansión campestre de Norfolk, Anmer Hall.
Según reveló la prensa inglesa, George (8), Charlotte (6) y Louis (3) se despertaron a las cinco de la mañana para ver qué es lo que les había dejado Papá Noel. Este año los duques decidieron darles regalos "low cost" y alejados de los lujos.
El hijo mas grande la pareja y heredero al trono, George, recibió un kit para irse de campamento; mientras que su hermana recibió una filmadora. Louis de tres años recibió una deslizadora para la nieve y un juego de encastre. Sin embargo los regalos "económicos" que recibieron los niños no se reflejaron en los padres ya que Kate Middleton recibió una pulsera valuada en medio millón de dólares, por parte de William.
En cuanto a la cena que disfrutaron los duques fue cocinada por la misma duquesa de Cambridge. Según la prensa inglesa, la familia disfrutó de pavo, acompañado con jamón, papas al horno y de postre un "tronco navideño" de chocolate. En tanto, los nietos de Lady Di se encargaron de decorar una casita de galletita de jengibre con golosinas y caramelos.
En una reciente entrevista, William habló del nuevo significado que tienen las Fiestas para él después de haberse convertido en padre y muchos interpretaron sus declaraciones como un nuevo desaire a su hermano menor.
"Cuando veo a mis hijos jugar con los hijos de mis primos, es muy especial. Es algo que me entusiasma y obviamente la Navidad tiene toda una nueva dinámica cuando sos padre. De pronto, es algo completamente distinto, con todo el ruido y la emoción, por lo que estoy disfrutando esta nueva versión de la Navidad en mi vida", reconoció.
