Durante lo más polémico del wangate, las comparaciones entre la Wanda Nara y China Suárez no cesaron: si ambas coincidían en elegir el color verde para sus outfits, si vestían Louis Vuitton o usaban el mismo tipo de peinado recogido. Una suerte de "batalla" simbólica que continúa disputándose de modo silencioso.
Ahora, estrenadas ambas entrevistas exclusivas conducidas por Susana Giménez y Alejandro Fantino, se hace inevitable analizar similitudes y diferencias de sus looks elegidos por las protagonistas femeninas del wandagate a la hora de dar su palabra oficial sobre el mediatizado escándalo que tuvo en vilo al país.
El estratégico look elegido por Wanda para dialogar con Susana Giménez y transmitir elegancia y seriedad
Siempre estratega, Wanda eligió un look correcto y elegante para transmitir seriedad y estar a la altura de la "entrevista del año" que su amiga y confidente, Susana Giménez le hizo en París.
El total black por el que optó la empresaria cosmética era lo suficientemente elegante y sobrio. Su outfit sastrero, firmado por Zara, estuvo compuesto por un pantalón ancho, saco con solapa estilo smoking y un ajustado crop top estilo musculosa que llevó con clásicos stilettos negros.
Con un maquillaje en nude y rosados (by Wanda Cosmetics, claro) y el cabello suelto y apenas marcado, a cargo de su amigo y estilista Kennys Palacios, la manager futbolística terminó de definir una imagen depurada como para poder transmitir un mensaje claro.
Las claves del estilismo elegido por la China Suárez en su entrevista con Alejandro Fantino: simpleza y sobriedad
A diferencia del estilismo de Wanda, Eugenia Suárez optó por lucir un look lo más simple posible. Señalada como "la tercera en discordia", la estrategia de la actriz fue que su vestuario la muestre lo más genuina posible y sin estridencias.
Es por eso que Suárez optó por un clásico jean y una remera de morley, de estilo muy simple y no demasiado ajustada, look que de algún modo venía a corroborar su actitud genuina en este "dar la cara" y que además derribaba la idea de seductora serial que se le atribuyó.
Para complementar su estilo, lució el cabello suelto, apenas marcado, y un make up tan natural que parecía a cara lavada. Todas señales que pretendían transmitir que no tenía nada que ocultar.
