Hace tres meses que Benjamín Vicuña y China Suárez terminaron su relación de cinco años que trajo consigo dos hijos en común, Magnolia y Amancio. A pesar del poco tiempo que ha pasado los escándalos mediáticos que se suscitaron hacen pensar a muchos que han pasado añares.
La noticia de la separación de Benjamín Vicuña y Eugenia Suárez fue informada por el propio actor chileno a través de su cuenta de Instagram el pasado 20 de agosto, "Queremos lo mejor para la familia que somos y seguiremos siendo. Hoy esto nos lleva a tomar un nuevo camino, separados como pareja pero con amor y siempre unidos por nuestros hijos".
Unos días más tarde de su ruptura amorosa distintos rumores salieron a la luz el más fuerte de ellos fue que el actor habría engañado a su ex pareja con una moza de la provincia de Córdoba. Si bien, esta información nunca pudo ser corroborada por los involucrados la realidad es que la pareja se encontraba atravesando una fuerte crisis que se agudizó durante su convivencia en la cuarentena estricta.
En el mes de octubre el Wandagate salpicó a la China Suárez y a todos sus involucrados. A pesar de que en un primer momento Vicuña salió en defensa de su ex mujer y madre de sus hijos a través de redes sociales, los conflictos por el haber introducido a sus hijos en esta situación hicieron que su relación llegara al punto de ni siquiera seguirse en redes sociales.
En el día de hoy Benjamín Vicuña dejó en claro que ninguno de sus grandes amores, China Suárez o Pampita, terminarian por llenarlo como si lo hizo y hace su pasión por la actuación. “En este oficio del actor se aprende hasta el último día. Se aprende con compañeros. técnicos, de directores y personajes que te susurran al oído que camino y elección tomar. Son muchos los años en este misterioso mundo de la interpretación y sigo asombrado como el primer día”, comenzó diciendo como en un análisis de su trayectoria actoral.
“Acción y el tiempo se relativiza. Acción y tus penas descansan en el camarín. Acción y puedes tener el coraje que nunca tuviste para mirar a los ojos y exigir una verdad”, puntualizó Benjamín Vicuña en su breve texto, acerca de la facilidad con que con el tiempo ha sabido ponerse firme ante algunas circunstancias de su vida.
Y por último concluyó: “Amo mi profesión. El teatro cura y la ficción hace mundos más bellos. Es el amor de mi vida. Este no se apaga”. Así Benjamín Vicuña confesó que el amor más grande de todos es el que le regaló la actuación, a pesar de sus pérdidas y problemas amorosos, siempre el zambullirse en el trabajo parece ser su forma de sanar.