Los humedales son áreas que permanecen en condiciones de inundación –o, por lo menos, con su suelo cubierto por agua durante períodos de tiempo considerables– que ayudan a mitigar los efectos que provocan las sequías y las fuertes lluvias. Sin embargo, están amenazados por actividades como la ganadería, los proyectos inmobiliarios y la minería.
¿Un ejemplo concreto y actual de lo que sucede en nuestro país? Ocurre en el Delta del Paraná, donde un gran sistema de humedales (19.300 km cuadrados) alberga unas 700 especies de vegetales y 543 especies de vertebrados. Allí, la proliferación de construcciones ya redujo el hábitat de especies como el carpincho –una de las especies autóctonas más representativas de este ecosistema– forzando su desplazamiento en busca de refugio y alimento.
Además, estos mismos canales de agua ayudaban a prevenir incendios y, sin su presencia, se están tornando incontrolables. Prueba de eso es que, en 2020, los focos de calor provocaron la pérdida de aproximadamente 300.000 hectáreas.
Les consultamos a los expertos de Greenpeace qué ocurriría si desaparecen los humedales en la Agentina, y ellos respondieron: "Sin dudas, se profundizaría la crisis climática y habría más sequía, más inundaciones, menos agua potable y una fuerte pérdida de biodiversidad. Sería como retirarle el sistema de venas al cuerpo humano y pretender que sobreviva sin su aparato circulatorio. Simplemente la degradación a través de la quema, su fragmentación, su relleno, su drenaje forzoso, el desvío de su curso, su consumo hasta su desecación y su contaminación nos quita posibilidades de seguir viviendo".
Si querés firmar para pedir la sanción de una Ley de Humedales, podes unirte a las 121.277 personas que ya lo realizaron haciendo click acá.
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Fotos: Gentileza Eduardo Bodiño, Pablo Rodríguez Merkel y Sebastián Suárez Meccia para Greenpeace
