El caso Daniel Cipolat es uno de esos hechos en el que la realidad muchas veces supera la ficción. La muerte del gurú argentino es digno de un thriller de misterio. Casi dos meses después de su deceso a los 60 años, en extrañas circunstancias, la autopsia realizada al cadáver ha revelado que el argentino fue asesinado.
En ese marco, Nicolás Cipolat, hijo del primer matrimonio del argentino y residente en Ciudad de México, presentó una denuncia en la Fiscalía General del Estado de Quintana Roo (FGEQN), que realizó un registro y encontró, con ayuda de un georradar, el cadáver, “el cual fue sepultado ilegalmente en un jardín, aparentemente por su pareja sentimental”, según detallaron las autoridades mexicanas.
Daniel Cipolat era una especie de gurú espiritual procedente de Buenos Aires que llevaba una década viviendo en México, donde impartía cursos de Quántum Vórtex, una “terapia energética basada en los diferentes niveles de conciencia”.
Según los nuevos descubrimientos, las causas de su muerte contradicen la primera versión que su asistente y principal sospechosa, Linda Uribe, había contado en las redes sociales de la víctima: que este había fallecido a causa del coronavirus.
Linda Uribe anunció el 6 de septiembre pasado en las redes sociales del gurú la muerte del mismo. En ese sentido, Cipolat hijo contactó con Uribe y viajó a verla para enterarse de qué había pasado, y que le de más detalles del hecho.
“Ella me confesó que tenía enterrado a mi papá en el jardín de su casa. Se negó a llevarme a ver el cuerpo. Le pedí el celular para investigar, pero se negó a dármelo y también me confesó que había falsificado el certificado de defunción”, afirmó el joven en un vídeo que difundió en sus redes sociales para pedir justicia por su padre.
Detalles contradictorios de la causa
Según medios locales, el cuerpo estaba a tan solo 25 centímetros de profundidad. Asimismo, la autopsia demostró la falsedad del acta de defunción firmada por el médico Francisco Mendiola Franco, que, atendiendo a su perfil de LinkedIn, fue Director de Salud Municipal de Cancún. El médico exponía en el acta que el argentino había fallecido por una angina de pecho, contradiciendo también la versión de la propia Uribe.
“Tenemos el resultado final de la necropsia de mi papá, Daniel Cipolat, y efectivamente no murió de COVID-19 ni de un infarto. Mi papá fue asesinado, la necropsia arrojó que tuvo golpes múltiples por el cuerpo, pero fue uno en la cabeza el que lo terminó matando. La sospechosa principal es Linda Uribe, mi abogado presentó la denuncia por homicidio calificado, y el principal cómplice es el médico que hizo el primer certificado falso”, declaró Nicolas Cipolat en el vídeo que la familia subió a un canal de YouTube en el que informan de los avances del caso.
En ese sentido, lo que acabó con la vida del gurú espiritual fueron “diversas lesiones”, según un comunicado publicado este 22 de octubre por el abogado de los familiares del argentino, Jesús Othón Baca Cacho.
Respecto a la investigación, que aún sigue en curso para esclarecer y profundizar en las características de las lesiones y objetos que pudieron ser empleados por los sujetos que intervinieron en el asesinato de Daniel Cipolat, el abogado presentó una nueva denuncia contra Uribe, por homicidio calificado y otra para el médico, por sospechas de complicidad.
Aunque por el momento, la asistente solo está imputada en el caso por inhumación ilegal e irregular, no por homicidio. Actualmente, Linda Uribe se encuentra en paradero desconocido desde el 13 de septiembre, el mismo día en que apareció el cuerpo de Cipolat enterrado en el patio de su vivienda de Cancún.
