Viviana Mercurio es italiana y en el año 2013 decidió viajar a la Argentina para estudiar danzaterapia con una de las grandes maestras e incursioncitas en esta actividad, María Fux. Mercurio nunca había escuchado de la posibilidad de que las personas pudieran sanar con el baile, así que sin hablar una palabra de español y con la ilusión de aprender se radicó en Buenos Aires y desde ese entonces supo que este era su lugar en el mundo.
En el año 2016 con un video del programa “Cisnes de plata” de la Royal Academy además descubrió que existía la posibilidad de que las personas de la tercera edad podían practicar la danza clásica con mayores o menores dificultades. Así fue que decidió incursionar en una generación del baile que muchas veces es relegada por su físico o edad.
"Comencé teniendo 3 alumnas y luego de mas de 4 años me encuentro con mas de seis cursos de danza clásica para adultos y mayores en mi escuela", aseguró Mercurio en diálogo con Revista Gente. Con el pasar de los años cada vez son más las personas que se animan a danzar siendo adultos dejando los estigmas de la sociedad atrás y muchas veces cumpliendo los sueños o anhelos de niños. ”Nunca es tarde para cumplir tu sueño. Te gusta y te hace sentir bien? ¡Baila!” Esta frase se la digo siempre a mis alumnas", afirmó la bailarina y creadora del estudio Danza para Adultos Mayores.
Las clases de danzaterapia o danza clásica para adultos siempre son adaptadas según la capacidad física de cada persona. "Cada uno es un universo. Dos cuerpos de la misma edad pueden desarrollar diferentes posibilidades independientemente de lo que cada persona hizo en el transcurso de su vida, a la disponibilidad física y a la apertura mental que tiene para meterse en discusión", indicó Mercurio quien además trabaja con un kinesiólogo para que las propuestas que dicte sean según la edad del alumnado. "No hay solo un camino, cada uno tiene su tiempo y es súper importante respetarlo, escucharse, no exigirse y trabajar respetándose. Los momentos y los cambios que se tienen en el transcurso del día, de las estaciones del año, de la edad y de la vida de cada uno", agregó Mercurio sobre cuidar el cuerpo.
Uno de los mayores incentivos a que más personas mayores se animaran a participar de clases virtuales de danza fue la cuarentena asegura Mercurio, ya que al no poder estar cerca de sus seres amigos o familiares la virtualidad fue una gran herramienta para danzar en casa y estar acompañado por otros de manera virtual.