Un sismo de magnitud 5.8 grados en la escala de Ritcher, según el Observatorio Geodinámico de Atenas y de 6 según el Servicio Geológico de Estados Unidos USGS, se produjo esta mañana en la isla de Creta, ubicada en las costas del Mar Mediterráneo de Grecia.
El Instituto Geodinámico del Observatorio de Atenas informó que su epicentro, con una profundidad focal de 10,8, se situó a 23 kilómetros al noroeste de la localidad costera de Árvi. Debido a este evento natural cientos de edificios se resquebrajaron y algunos se rompieron, las carreteras se llenaron de piedras y hubo un único y trágico fallecido en la localidad de Arkalojori.
El hombre que perdió la vida trabajaba en una iglesia local cuando el techo de la cúpula se le vino encima. En el lugar quedaron atrapadas tres personas más que pudieron ser rescatadas por bomberos y guardia civil, sin embargo el hombre fue hallado demasiado tarde.
El movimiento de las placas tectónicas tomó desprevenidos a todos los habitantes ya que el epicentro se situó en la propia isla, específicamente al noroeste de la localidad costera de Árvi y a 346 kilómetros al suroeste de Atenas. El fuerte temblor duró 15 minutos pero replicándose en distintas ciudades generó pánico en las multitudes. Tras este se sintieron la primera de diez réplicas menores.
La capital de la isla, Heraclión evacuó a todas sus escuelas y edificios públicos quedando inhabilitados en uso hasta nuevo aviso. El ministro griego de Emergencia Climática y Protección Civil, Jristos Stylianidis, sobrevoló la isla a las horas de la catástrofe, para analizar la situación que ha dejado el sismo en el lugar y dar respuesta inmediata a las necesidades de la población.