Cada vez que rescatamos un nuevo caballo, se nos llenan los ojos de lágrimas y nos invade un nudo en la garganta, que sigue hasta el pecho. Se nos genera una mezcla de sentimientos encontrados que van desde la angustia y dolor, por el estado deplorable y de total abandono en que llegan, hasta la felicidad extrema y satisfacción por saber que su realidad va a ser otra desde ese día.
La situación de los caballos en Argentina es lamentable. Ellos son invisibles al ojo de muchas personas, quienes lo naturalizan, como si estuviera bien que un caballo este atado a un carro siendo explotado día tras día, son "vidas descartables". Lo que no saben es que detrás de cada caballo atado a un carro hay un infierno, un calvario que les toca vivir y soportar hasta donde pueden hacerlo.
Son usados como si fueran maquinas, no les importa si sienten o no, son explotados de manera irracional. La gran mayoría de los caballos son alquilados constantemente, sin recibir descanso alguno, están día y noche sin parar. No son alimentados ni les brindan los cuidados que necesitan. Son obligados a llevar carros con exceso de peso, donde cada paso que dan cada vez les cuesta más, hasta que no pueden seguir. Y es ahí, en ese preciso momento, cuando comienza lo peor. En vez de recibir ayuda, son maltratados y golpeados brutalmente, soportan de todo, hasta que no dan más. Muchos terminan cayendo desplomados en el asfalto, muertos de cansancio y con suerte no pierden la vida.
Pero algunos caballos logran dar con nosotros o con alguna otra ONG de rescate equino y transformar su vida. Otros por desgracia fallecen producto de la realidad que les toca atravesar.
Muchas yeguas durante su embarazo son obligadas a seguir tirando del carro sin parar, sin descanso alguno. No importa si están cansadas o si sienten dolor, lo tienen que hacer igual. Algunas terminan pariendo en la calle, atadas al carro, dejando todo, muchas veces hasta su propia vida ya que mientras están pariendo y sufriendo las contracciones son golpeadas brutalmente. A la mayoría de las yeguas las separan de sus potrillos, para venderlos y atarlos a un carro, condenándolos y esperándoles el mismo destino desde que nacen.
Y por si eso fuera poco, y para desconocimiento de muchos, en Argentina existen las llamadas "Granjas de Sangre", una triste y angustiante realidad, donde muchas yeguas son preñadas reiteradas veces, generándoles de una manera brutal y violenta el aborto con palos, para extraer de ellas litros y litros de sangre a diario en un período especifico de la gestación. Son preñadas una y otra vez, para pasar por lo mismo, hasta que ya "no sirven" y son descartadas a faena. Muchos se preguntarán el ¿Por qué? o ¿Para qué? Se lleva adelante terrible acto de salvajismo. Simplemente para extraer una hormona que es usada en vacas y cerdas.
Si nos enfocamos en el tema de la faena equina, tanto la clandestina como la legal, el panorama es desgarrador. No se sabe con exactitud la procedencia de muchos caballos que llegan al frigorífico. Hasta podría decirse que es "raro", ¿no?, pero no, no lo es. Por desgracia el robo de caballos en Argentina cada día crece más sin poder ser controlado y los cuatreros (así se llaman quienes llevan adelante este acto malicioso) tienen que buscar algún lugar donde hacer desaparecer a los mismos de forma rápida y segura sin dejar rastro, y ¿qué mejor manera que hacerla en un frigorífico? Sí, enterarse de esta realidad duele, y mucho.
Otro negocio cruel y clandestino es el de las famosas "cinchadas", donde se hacen apuestas por dos caballos que son atados en dirección opuesta con sus carros y golpeados fuertemente para hacerlos avanzar. Mientras un caballo es el "ganador", el otro cae desplomado contra el suelo siendo arrastrado.
Los caballos sufren de estos tipos de explotaciones a nivel nacional, en toda la Argentina. Nosotros como ONG luchamos para erradicar completamente la TAS (Tracción A Sangre) y terminar con todos estos negocios ilícitos. Lo que más queremos es generar conciencia en la sociedad, que abran los ojos y los miren, que vean todo lo que sufren, como son explotados y maltratados a diario. Que sepan de todo el negocio que hay detrás, que de alguna u otra forma esto tiene que parar, tiene que llegar a su fin.
Constantemente les pedimos a las personas que se involucren, que se animen a hablar por los que no tienen voz y no terminen siendo cómplices de ese maltrato.
Llevo a Equus en el corazón, los invito a conocer nuestro trabajo, a que se animen a rescatar, a salvar una vida. No miren para otro lado, apoyen la causa. Que juntos podemos lograr el cambio, esto depende de todos. ¡Gracias!
Te invitamos a sumarte a la causa Cuidado Animal utilizando nuestros hashtag #Principios2021 y #CuidadoAnimal, difundiendo y tomando conciencia.
Seguimiento periodístico en las distintas plataformas: Elisabet Correa
Nota de tapa: Leonardo Ibáñez
