A partir del martes, los turistas argentinos que viajen a España no deberán hacer el aislamiento de diez días que el gobierno de ese país había dispuesto a las personas que viajaban desde África y algunos países de América Latina, como parte de las medidas de la pandemia contra el coronavirus.
El gobierno de Pedro Sánchez no extendió el decreto vigente hasta la medianoche del lunes, que también alcanzaba a los viajeros que venían de otros países como Bolivia, Brasil, Colombia, Namibia y Sudáfrica, por ser considerados de alto riesgo de contagios de coronavirus.
Hasta el momento, las restricciones impuestas por el gobierno español establecían que los turistas debían cumplir con una cuarentena durante los diez días siguientes a su llegada o durante toda su estancia en el país europeo si fuera inferior a ese plazo.
La consideración de país de alto riesgo se realiza a través de la valoración conjunta de los principales indicadores epidemiológicos usados en la Unión Europea. Esos criterios incluyen la incidencia acumulada por cada 100.00 habitantes en catorce días, la tasa de positividad, la de pruebas diagnósticas o la de población vacunada.
Nuevos requisitos
Los argentinos que desde el martes lleguen a España deberán cumplir una serie de requisitos para entrar al país. Entre ellos tener completo el esquema de vacunación contra el coronavirus al menos catorce días antes de llegar.
Solo se tendrán en cuenta que las inmunizaciones hayan sido con los sueros avalados por la Agencia Europea del Medicamento, como Pfizer, Moderna, AstraZeneca o Janssen. O que hayan sido autorizados por la Organización Mundial de la Salud, que además de las anteriores incorpora a Sinopharm y Sinovac-Coronavac. No incluye a inmunizaciones como la Sputnik V, una de las que se aplican en la Argentina.
Los pasajeros que lleguen a España por vía aérea o marítima, incluso los que vienen en tránsito a otros a países, tienen que realizar con anterioridad un Formulario de Control Sanitario (FCS). Una vez completado este paso se generará un código QR individualizado que el viajero tendrá que presentar a las empresas de transporte antes del embarque, así como en los controles sanitarios en el punto de entrada del país europeo.