Fue una semana inolvidable para Mara Gómez. La futbolista trans pudo hacer realidad dos grandes sueños: terminó su carrera universitaria y debutó en Estudiantes de La Plata.
“En la adolescencia tuve mucho miedo pensando que no iba a tener futuro, que no iba a poder cumplir sueños y objetivos", -escribió la joven en su cuenta de Instagram y siguió- Un día me propuse a transformar ese miedo en posibilidades, le puse fuerza y voluntad para cambiar mi vida. Nunca me rendí a pesar de todas las adversidades que me presento la vida. Hoy cumplo mi segundo objetivo en mi vida, hoy soy enfermera profesional”.
Tras una larga lucha, la futbolista de Estudiantes de La Plata fue habilitada para jugar en el fútbol femenino de la AFA, celebró con estas palabras otros de sus grandes logros al conseguir el título por el que tanto estudió.
La joven que empezó su carrera en Villa San Carlos y hoy es futbolista de Estudiantes de La Plata agradeció el apoyo de sus familiares y amigos. “Gracias a mi familia y a cada persona que me apoyo a qué esto sea posible. Hoy una vez más me demuestro que puedo, que por más difícil que sean los caminos nada es imposible. Felizmente enfermera, mi nueva profesión”, indicó orgullosa.
El camino para jugar en Primera
El año pasado, Mara Gómez recibió la habilitación de la AFA y se convirtió en la primera jugadora trans en participar en la Primera División del fútbol femenino de la Argentina, en un hecho histórico en materia de inclusión.
La Asociación del Fútbol Argentino (AFA) tomó como jurisprudencia la Ley 26.743 de Identidad de Género, sancionada en nuestro país en 2012, para habilitar a Mara. Esa ley, entre otras cosas, establece la obligatoriedad de que las personas trans sean tratadas de acuerdo a su identidad de género autopercibida.
La joven debutó el 7 de diciembre de 2020 en el que su equipo, Villa San Carlos, fue goleador por Lanús por 7 a 1, por la fecha 2 de la Zona D.
Mara es delantera y arrancó su carrera en el equipo de Las Malvinas, de la Liga Platense de Fútbol, en donde fue goleadora y bicampeona. Más tarde, debutó oficialmente en Villa San Carlos y luego su pase fue comprado por Estudiante de La Plata.
La flamante enfermera comenzó a jugar al fútbol a los 15 años, en la adolescencia tras sufrir situaciones de “discriminación y exclusión” lo que la llevó a querer suicidarse “un montón de veces”, contó. El fútbol fue “como una terapia para mí. Realmente logró la contención que yo necesitaba en ese momento”, agregó.