Gustavo Cerati nació un 11 de agosto de 1959 y hoy hubiera sido su cumpleaños número 63. El recuerdo del músico está siempre presente en los corazones y los oídos del público, ya que su ausencia física no es un impedimento para celebrar este día con su legado musical. En ese sentido GENTE se comunicó con amigos y colegas que recordaron cómo se comportaba el artista el día de su cumpleaños
Gustavo Adrián Cerati Clark fue uno de los músicos más importantes de Latinoamérica y de todos los tiempos. Habiendo alcanzado la cima con su banda Soda Stereo, Gustavo también mostró su talento y versatilidad a la hora de desempeñarse como solista. Éxitos como "Puente", "Crimen", "Te llevo para que me lleves" y "Cactus", son añgunas de las tantas canciones que perdurarán en la historia musical argentina.
Pero más allá del artista, Gustavo era una persona que adoraba festejar sus cumpleaños rodeado de sus amigos y familiares. Como buen leonino, a Cerati le encantaba ser el centro de atención y era un perfecto anfitrión en cada evento que organizaba.
Leo García: "A Gus le tenías que decir 'Feliz año nuevo' en vez de 'Feliz cumpleaños'"
"Si había algo que a Gustavo le encantaba era celebrar su cumpleaños. A Gus no era 'Feliz cumpleaños' era 'Feliz año nuevo'. También le gustaba celebrar los cumples de los demás, si vos lo invitabas a tu festejo él iba a ir. En mi caso, fue a todos mis cumpleaños", recuerda el músico, quien también asistió al último cumpleaños de Cerati.
"Su último cumple lo hizo en su casa, que era muy grande, e incluía una especie de 'disco' adentro. Lo que él hizo, fue pasar música durante toda la fiesta porque él amaba ser Dj y la mejor excusa era serlo en su propio cumpleaños. Se la pasaba metido en la cabina y era como: 'ustedes déjenme pasar la música que a mi me gusta, bailen todo, tómense todo que yo paso música'. Fue increíble verlo en ese rol, porque para escuchar música era muy exquisito, pero como Dj era super hitero", afirma el artista.
A lo largo de su carrera Gustavo Cerati tuvo muchos amigos del ámbito musical como Leo García, a quien conoció a mediados de los 90 por Avant Press, banda que Leo integraba, y con quien formó un vínculo inquebrantable. Leo fue parte de su disco 'Bocanada' y a partir de ahí compartió infinidad de giras, ensayos y momentos personales.
Si hay algo que a Leo le quedó pendiente es "no haberse subido a una limusina" con Gustavo. El intérprete de hits como 'Reirme más' o 'Morrisey' recuerda que una vez alquiló una limusina para su cumpleaños y no lo invitó a Gustavo porque creía que era "too much" para él. "Yo había conseguido una limusina y había invitado a 4 o 5 amigos pero a Gustavo no porque yo pensé que no le iba a gustar, y cuando llegamos a la fiesta me dijo: yo quiero estar en la limusina ¿por que no me invitaste?", rememora el artista, y admite: "Siempre me quedo eso de que no pudimos compartir una limusina juntos".
Con respecto a cómo se lo hubiera imaginado hoy a sus 63 años, el músico confiesa que él cree que Gustavo estaría "totalmente rejuvenecido". "Para mi Gus se hubiese hecho un lifting o algo (risas), no se hubiese dejado estar ni loco porque era re coqueto. Además, yo hablé con él y le conté que me había hecho una radiofrecuencia en la cara y él quería que lo llevara a ese lugar porque él también quería (risas). Le prometí que cuando volviera de esa famosa gira de la que volvió enfermo, lo llevaría", afirma Leo, quien finalizó diciendo que desde que Gustavo Cerati no está en este plano "se acabó la noche, se terminaron las noches llenas de glamour".
Richard Coleman "Su cumpleaños era el evento más importante"
"A Gustavo le encantaban las fiestas, su fiesta de cumpleaños era un día muy especial para él, era el evento más importante. Le encantaba invitar a los amigos, pasar música y obviamente ser el centro de la admiración. Las fiestas de Gus eran muy lindas y él era un gran anfitrión" ,recuerda el músico, quien tuvo la oportunidad de compartir varios cumpleaños con Gustavo, especialmente en los años 80 y 90.
"Su cumpleaños de 50 fue una hermosa fiesta, fue muy especial porque también coincidió con que 'Fuerza Natural' estaba listo. Entonces Gustavo había puesto el disco a tocar constantemente en una habitación de su casa. Había un cuarto durante la fiesta en donde podías entrar y escuchar el álbum entero. Estaba solo para eso. Alrededor, por supuesto, estaba todo el lío de la joda (risas)", afirma el artista.
Richard Coleman fue un gran amigo de Gustavo Cerati, juntos mantuvieron una amistad y una relación de mutua colaboración en diversos proyectos musicales. Richard se conviritó en un guitarrista esencial para Cerati e incluso para Zeta Bosio y Charly Alberti a quienes acompañó en la gira "Gracias Totales - Soda Stereo" en los conciertos previos a la suspensión del tour por la pandemia.
Richard recuerda particularmente un regaló que le hizo a Gustavo cuando cumplió sus 30 años "le regalé un par de pantuflas (risas) y él me miró y me dijo ¿por qué me regalás pantuflas? a lo que yo le dije 'y bueno, es el principio de la decadencia amigo' (risas)'. Por supuesto que no le cayó nada bien al "Peter Pan" esa idea, pero fue una broma de amigos", añade.
Con respecto a cómo se lo hubiera imaginado hoy a sus 63 años, el músico afirma que se lo imagina como un "Rockstar veterano" con toda la onda y elegante como siempre. "Yo creo que Gustavo estaría muy orgulloso de sus hijos, me lo imagino un poco más tranquilo y muy enfocado en su proyecto artístico. Buscando cómo seguir elevando la vara", reveló Richard quien recuerda fuertemente la mirada del artista.
Fernando Samalea "Una vez a Gustavo se le cayó una torta encima"
"Pienso que Gustavo cumplía años alegremente, con ese 'narcisismo' que todos sentimos desde la infancia al dar otra vuelta al sol. Lo recuerdo oficiando de DJ junto a Lean Fresco, vestido a la moda y haciendo sonar sus temas favoritos. Siempre caballero, sofisticado, buen anfitrión y atento a que nada faltase a amigos y amigas", asegura el mítico baterista que acompañó a los más grandes de la música, entre ellos a Gustavo Cerati.
"A Gus una vez le comenté que en la China milenaria se consideraban los 45 días posteriores al cumpleaños como los más favorables del año y desde entonces, solíamos decirnos en broma y no tanto: ¡Feliz cumple, aprovechá el próximo mes y medio!”, recuerda Fernando quien acompañó a Gustavo, entre otras, en la gira norteamericana de 'Ahí vamos' y compartió el cumpleaños número 47 del ex Soda Stereo en Miami.
"Su cumpleaños 47, en 2006, coincidió con el concierto del Gusman Theater de Miami, durante la gira norteamericana de Ahí vamos. Fue un lindo plus para nuestro andar viajero, de por sí bastante festivo. Incluso era gracioso que Gus tocase en un teatro llamado así. Luego fuimos a un restaurante argentino y, tras soplar velitas y pedir tres deseos sentado en la mesa, se le cayó la torta encima del pantalón (risas). Para colmo Taverna, su íntimo amigo e ingeniero, quiso ayudar ¡y le volcó sin querer su copa de vino sobre la cabeza! Fue un inesperado bautismo, acorde al humor y camaradería predominantes", confiesa el músico y afirma que hacía rato que Gustavo había aprendido a reírse de sí mismo.
Fernando Samalea es uno de los bateristas más importantes del rock nacional y también fue un gran amigo de Cerati. Juntos han compartido proyectos musicales en infinidad de oportunidades y ha sido un fiel testigo del crecimiento personal y profesional del cantante.
Con respecto a cómo se lo hubiera imaginado hoy a sus 63 años, el baterista se suma a lo que opinaron sus colegas, y afirma que hubiera seguido manteniendo su "charme y coquetería intactos". "Creo que Gustavo seguiría buscando verse bien y saludable junto a los suyos. Nos quedará un sinsabor y dolor, pero a su vez su legado inigualable, a modo de canto a la vida. Supo desarrollar lo suyo en todos los órdenes, a pura pasión, y solo podría agregar obviedades al respecto",finalizó rememorando a su amigo.
Los amigos y colegas del músico lo recuerdan como el primer día. Extrañan las complicidades, las giras, los ensayos y los shows a su lado. La música hecha de menos a Gustavo Cerati, quien renace en cada pensamiento y en cada oído que vuelve a emocionarse, reír, llorar y bailar con sus canciones. Gustavo era el cumpleaños que nadie se quería perder.