Se presentaron dos proyectos para disminuir los horarios laborales tanto para el sector público como privado. Uno de ellos es llevado adelante por la diputada del Frente de Todos, Claudia Ormachea, y el otro por el sindicalista y presidente de la Central de Trabajadores de la Argentina, Hugo Yasky.
En el primer escrito presentado por Ormachea se propone que la jornada laboral mínima pase a ser de seis horas, siendo el total de horas semanales trabajadas 36. Por su parte, Yasky busca un cambio más brusco, reduciendo la semana de trabajo a cuatro días. Ambos proyectos esperan aún a ser tratados en la Cámara de Diputados.
"El proyecto tiene la intención de reflejar una disminución del límite semanal que no supere las 36 horas semanales y su proporcional correspondiente a la jornada nocturna e insalubre”, explicó la funcionaria al presentar su propuesta.
Todo este cambio en las normas de trabajo viene de la mano de la llegada del virus covid 19, donde las jornadas de teletrabajo durante el primer año se habían vuelto desmedidas. También aquellas empresas que no podían dejar de prescindir de su personal en forma física debieron generar turnos rotativos, para no exponerlos a contagios.
“El objetivo de esta iniciativa es reducir la carga de horas semanales para que más trabajadores que están en informalidad, que superan el 30% pasen a la esfera formal”, aseguró Yasky a los medios.
Actualmente Argentina es uno de los países con las jornadas laborales más largas del mundo y una de las razones es por su falta de actualización en décadas. Uno de los pensamientos que se modificaron en el mundo es que mayores horas de trabajo no significan más productividad, debido a que la concentración comienza a perderse y los problemas de salud mental son más recurrentes.
