La tristeza invade a Mario Rubén González (72) -más conocido como Jairo- y su círculo familiar tras confirmarse el deceso de Teresa Sainz de los Terreros (70). “Con infinito dolor comunico el fallecimiento de mi amada esposa y madre de mis hijos. Agradecemos los mensajes de cariño. Hoy rogamos por su descanso en paz tras años de lucha conmovedora y desigual contra la enfermedad. Gracias por el respeto”, expresó el músico en el comunicado oficial que se difundió esta mañana.
Casados desde 1972, la pareja había conformado una numerosa familia con cuatro hijos y siete nietos. Por ahora, el único que puede acompañarlo es Yaco, quien también es su representante. El resto de sus hijos se encuentra viviendo en Europa. En ese sentido, el contexto de la pandemia les imposibilita viajar a la brevedad para despedir a su madre y acompañar al resto de la familia.
De todos modos, Jairo también cuenta con la compañía de sus nietos y de su hermano Jorge, quien llegó en las últimas horas de Córdoba. El último adiós a Teresa se dará esta tarde en una ceremonia íntima que se llevará a cabo en un cementerio privado del Gran Buenos Aires.
Los enamorados que cumplieron 49 años de casados
Madrid fue el lugar donde se conocieron hace más de cuatro décadas y nunca más se separaron. En varias oportunidades, él resaltó que ella fue un pilar fundamental en su carrera artística ya que lo acompañó en su crecimiento profesional.
En mayo se cumplieron 49 años de estar casados y desde hace 10 años no podían celebrarlo como les hubiera gustado. En algunas ocasiones, debieron festejarlo comunicándose como podían porque Teresa cursaba una internación domiciliaria a raíz de una enfermedad crónica. En los últimos meses, ella ya no podía hablar y Jairo la acompañaba hablándole e incluso cantándole "Los enamorados", su canción favorita.
El delicado estado de salud de Teresa
“Es una situación difícil de explicar porque es una situación extrema. Nosotros no es que estemos habituados, porque uno nunca se habitúa a este tipo de cosas. Uno está siempre un poco triste con eso. Pero la vida es así. Y seguimos, por supuesto, con ella junto a todos los hijos. Con fe”, había contado el músico en diciembre pasado.
En ese mismo reportaje, Jairo destacó que la enfermedad de base de su esposa era un EPOC gold severo: “Es una enfermedad respiratoria muy grave. Eso significa que vive con un porcentaje mínimo de los pulmones. Y además ha tenido un cáncer en el piso de la boca, ha tenido cáncer de mama... Ha tenido una gran cantidad de cosas que a lo mejor no han sido a consecuencia de eso, pero a lo mejor sí. La cuestión es que eso la tiene un poco postrada y está impedida de muchas cosas”.
"Ella ha sido una compañera extraordinaria. Y ha sido una madre magnífica también. Nunca me voy a cansar de repetir que todo lo bueno que tienen mis hijos en su vida, su mentalidad, su formación, su educación y demás, se lo deben en un gran porcentaje a ella”, consideró Jairo, visiblemente emocionado al hablar de su amada.
Madrid: un dibujo y una caminata
“49 años que dijimos un sí como la vida misma. Estas fotos fueron en Madrid, en un glorioso verano de 1986. Comparto este aniversario con ustedes. Gracias por las buenas vibras”, manifestó el interprete en su cuenta de Instagram en mayo pasado.
En una entrevista con la revista Hola, Jairo rememoró el día que se conocieron con Teresa en los setenta. "Teníamos una amiga en común, que yo conocí nada más llegar a Madrid, y ella tenía otra amiga de la misma edad, también conocida de Teresa. Me hice muy amigo de esas dos chicas y un día me cuentan que habían estado en la fiesta de ex alumnas de su escuela, y que se habían encontrado con Teresa, que hacía tiempo que no la veían, y que se parecía mucho a un dibujo que hacía yo. Un dibujito que repetía siempre: ojos grandes azules, con las manos en los bolsillos. Era un niño, no una niña. Pero ellas me dijeron: 'Se parece mucho a tu dibujo'", relató.
Y continuó: "Yo recién sacaba mi primer disco y había aparecido en la televisión de España por primera vez hacía quince días. La cuestión es que una de las chicas le dijo a Teresa que iban a organizar una fiesta en su casa el 25 de diciembre, por Navidad. La invitaron y me invitaron a mí también. Nos encontramos ahí. Nos habían juntado para que nos conociéramos, y me acuerdo que no hablamos ni una palabra. Nada. Ellas venían y me decían: 'Pero dile algo' Yo la saludé, nada más. Y de verdad era muy linda. Eso sí: cuando dijo que se iba, le pregunté: '¿Te puedo acompañar?' Ahí las chicas respiraron. Y bueno la acompañé, caminamos cinco cuadras hasta la casa".
Más adelante, Jairo destacó que esa caminata fue "inolvidable". En esa oportunidad, ella le preguntó si nevaba en Argentina y él aprovechó para pedirle que lo acompañe a una radio al día siguiente a una actuación. "Y bueno, primero no estaba convencida de acompañarme al día siguiente, pero al final dijo que sí. La pasé a buscar a las 10 de la mañana, fuimos al programa, después tomamos algo con los otros cantantes y, a partir de ese momento, nos vimos todos los días", acotó.
Mujer de carácter fuerte
El músico también contó que quedó deslumbrado por la belleza de Teresa, quien venía de una familia tradicional española, muy lejana al mundo del arte. "Era muy hermosa, tenía una cara increíble, unos ojos bellísimos. Y que era muy franca, muy frontal. Entonces cuando hablábamos, ¡hablábamos! Teresa tenía una personalidad muy fuerte, e incluso se distinguía dentro de la casa por su personalidad. Además, creo porque estaba solo en España, también me atrajo el nido, la familia, había algo muy bonito ahí y me sentí protegido", aseguró.
Luego de un año y medio de noviazgo, ella le comunicó a su familia que se venía la boda. "Vivimos un lindísimo noviazgo, sin ser novios. Estuvimos un año y medio así hasta que un día, con esa personalidad que la caracteriza, ella nos sorprendió a todos en una comida familiar. Pidió un poquito de silencio porque quería decir algo muy importante, y todos la escucharon, por supuesto, y ahí dijo: ’Jairo y yo nos vamos a casar’. Todos la miraron asombrados, ¡y yo también! Es cierto que habíamos hablado de casarnos, pero no estábamos decididos todavía", resaltó sobre la inesperada y asombrosa reacción de Teresa.
Otro dato significativo de su relación es que Teresa fue la primera y única mujer en la vida de Jairo: “Fue mi primera novia y mi primera y única mujer. Y no habrá otra. Nosotros tenemos una relación muy pura y perfecta. Nuestro amor es irrepetible”.
Familia numerosa
Mario Rubén González y Teresa Sainz de los Terreros fueron padres de Iván (48), Yaco (45), Mario (43) y Lucía (36), quienes los convirtieron en abuelos de Juana (20), Francisco (15), Lorenzo (10), Ulises (7), Alessia (6), Filippo (4) y Leonardo (dos meses).
"Teresa tuvo una tarea muy importante en nuestra pareja, porque se ocupó de los niños todo el tiempo. Porque yo, en un momento dado, no paraba en casa. Salía a hacer una gira y volvía a los tres meses. Llamaba todos los días por teléfono, pero no es lo mismo. Ella se ocupaba de todo sola, sobre todo de la educación y la formación de los chicos. Y yo atribuyo a eso que los chicos tienen una cabecita muy bien amueblada. Eso es sobre todo por la influencia de ella, se lo deben a la madre", concluyó sobre el importante rol que cumplió su esposa en la crianza de sus hijos.
