La debilidad de la manager futbolística por la firma liderada por el vanguardista Denma Gvasalia ya no es novedad. Como detectó y recabó GENTE, la última obsesión fashionista de Wanda Nara (34) son las prendas y accesorios firmados por Balenciaga.
Siempre vestida de pies a cabeza por las maisons más destacadas de haute couture como Christian Dior, Gucci, Louis Vuitton y Chanel, últimamente la madre de Benedicto, Constantino y Valentino López, y Francesca e Isabella Icardi se ha inclinado por usar icónicos ítems firmados por Balenciaga, como remeras y hasta unas polémicas sandalias de piel.
Fashionista sin consuelo, Wanda continúa fascinando con sus estilismos y mostrando las últimas tendencias que integran su obsceno y actualizadísimo vestidor.
"Pareciera que estoy de vacaciones y si supieran todo lo que estoy trabajando... Próximamente tantos lanzamientos", anunció en una reciente publicación de Instagram en la que compartió con sus casi 8 millones de seguidores la siguiente foto.
"Con tantas novedades de Wanda Nara Cosmetics y una campaña que es increíble. Quiero contarles todo y no me dejan", cerró en el caption de ese posteo.
En la imagen se puede ver a la empresaria cosmética con un traje de baño de una pieza, un saco de crochet (una de las tendencias de la nueva temporada de colecciones) y unas de sus gafas de sol favoritas que componen su mega colección.
Unas enormes shadies al estilo Hollywood, que suelen usar celebridades como Paris Hilton y Lady Gaga, están firmadas, como no puede ser de otra manera, por Balenciaga.
En las tiendas digitales, los lentes de sol favoritos de Wanda figuran a un precio aproximado de 38 mil pesos.
El por qué de la devoción de Wanda por Balenciaga
Su amor por la firma en parte de debe a la logomanía, esa tendencia que se impuso en las pasarelas más importantes y en los looks de streetstyle: la de lucir isotipos y monogramas de grandes nombres.
Siempre con la firma a la vista, si es más grande mejor. Por eso es que Wanda también elige prendas de Gucci y Balmain, otras firmas que se acoplaron a retomar una tendencia que surgió en los 80's.
El hecho de que las prendas sean reconocibles a la vista, dicen los expertos, es parte de esta tendencia en la que se recupera la idea de pertenencia y de presumir sentido de la moda y poder adquisitivo.