Susana Roccasalvo marcó un récord en televisión ya que cumplió 1000 programas al frente de Implacables (El Nueve), el exitoso ciclo de espectáculos que se emite los fin de semana y que comenzó en el año 2013 junto a Carlos Monti.
Durante la emisión del sábado pasado, la querida conductora recibió saludos por parte de muchos famosos y se mostró muy emocionada de estar al aire hace ocho años y tres meses. "Muchas historias, muchas primicias, muchas alegrías ha pasado la vida para muchos a través de este programa, cosas hermosas, cosas no tan lindas pero siempre juntos", expresó al respecto.
Transcurrida aquella fecha tan especial, la presentadora habló en exclusivo con GENTE y manifestó a corazón abierto: "Siento felicidad y emoción al ver que la gente me sigue acompañando. Es una caricia al alma. Creo que es por mi forma de contar las noticias. Siempre soy respetuosa y muy solidaria con los artistas. Para mí forma de ver, el chimento dura 20 segundos, pero podés destruir una persona o una familia. Entonces hay que tener mucho cuidado porque las malas actitudes te vuelven”.
Además, consideró sincera: "Desde hace un largo tiempo en la televisión hay que hacer un esfuerzo muy grande porque no fluye como hace diez años atrás. Hay que atrapar al público, convencerlos y seducirlos porque hoy en día hay muchas cosas que los dispersan como las plataformas digitales que ofrecen formatos que no se pueden lograr en televisión o por lo menos en nuestro país".
¿Te imaginabas el éxito de Implacables y el tuyo también estando al frente del mismo?
La verdad que no y es por eso que me emociono. Yo desde muy chica elegí esta profesión y quería trabajar en televisión conduciendo un programa. Por esta razón, estudié locución y periodismo para formarme y tener las herramientas necesarias. En aquel entonces trabajaba en una conocida obra social, donde estuve 14 años, para dedicarme a esto. Me sorprende la respuesta del público y es muy halagador.
Me imagino que recibiste muchas felicitaciones, ¿pero cuáles fueron los que más te sorprendieron?
Y el de Mirtha Legrand que pidió mi teléfono y me envió un mensaje muy lindo en WhatsApp como también Susana Giménez. Esas cosas quedarán para mí y como recuerdo lo que ellas opinan de mí y de mi trabajo. Esas cosas me emocionan y agradezco a Dios que me sigan sucediendo.
¿Qué momentos recordás de este largo tiempo de Implacables?
Durante estos 1000 programas han pasado muchas cosas delante y detrás de cámaras. En lo que respecta a mi vida personal recuerdo la vuelta a Canal Nueve y que no podía creerlo, parecía un sueño.
Muchos productores que se casaron y fueron padres. En mi caso, mi casamiento y dos años después lo más lamentable y terrible que fue la muerte de mi esposo (Carlos Hlawaczek). Fue muy duro porque fue oculta su enfermedad y la gente que trabajaba conmigo no sabía. Recuerdo mi regreso al programa ocho días después de lo sucedido. Todas estas cosas muy movilizantes.
En cuanto a lo periodístico recuerdo los picos de rating que superábamos a El Trece y en algunas ocasiones también a Telefe. Esas cosas me generaron mariposas en el estómago, pero uno no sale a contarlo porque no son de buen gusto y porque nos conocemos entre todos y no es ético.
¿Qué es lo que más disfrutás del programa y por qué?
De Implacables disfruto producirlo y llevarlo a cabo. Llamar a los artistas más complicados a pesar de que tengo una buena producción, pero hay veces que no le atienden el teléfono. Entonces es ahí donde yo me meto para poder lograr la nota. Me encargo de qué famoso quiero para el programa o busco ir por distintos caminos y renovar el ciclo.
En cuanto a mí, me apasiona conducir porque estoy formada para ser conductora. Nunca me llevé bien con la gráfica. Yo puedo no saber qué pasará en el próximo bloque, pero sabré cómo resolverlo. A mí la conducción me gusta mucho y creo que en cualquier profesión que hagas con pasión y vocación todo fluye más fácil.
¿Cómo es llevar a cabo un ciclo en plena pandemia y con ciertas medidas de prevención?
Cuando tuve que conducir desde mi casa siento que me recibí de peluquera, maquilladora, técnica, camarógrafa (risas) porque tuve que armar un humilde estudio en el living de mi casa y hasta aprender a bajar una aplicación en el celular para poderme grabar. Por algunas cosas técnicas y de incomodidad no me resultó fácil y por eso a los seis meses no aguanté más y llamé al gerente artístico Diego Toni para decirle que me haría responsable, pero que tenía que volver.
¿Incursionarías en otro programa que no fuera de espectáculos?
No porque no me veo haciendo política ni actualidad ni tampoco me gusta. Pienso que no es mi zona de confort. Yo puedo opinar como una ciudadana, pero no informar. Hay muchos ejemplos de personas, que prefiero no dar nombres, que dejaron de hacer espectáculos para informar sobre otras cosas y no son bien recibidos por el público. En mi caso no es por temor sino porque no me gusta.
Jorge Rial, por ejemplo, se corrió de su histórico programa y apostó a uno nuevo que no le fue bien. ¿Qué pensás al respecto?
Pienso que Jorge hizo un éxito durante 20 años con su personalidad y eso nadie lo puede negar. Él se corrió de su zona de confort y cuando apostó a otra cosa no le dieron tiempo porque hoy en día la televisión es así. A pesar de estar en veredas opuestas siempre reconocí que es un excelente profesional.
En este último tiempo, mencionaste que algunos famosos no responden las llamadas de tus productores para brindar una nota en el programa. ¿Te molestan esas actitudes y por qué?
Si, pero fundamentalmente me duele porque todos en algún momento me han pedido promocionar en mi programa para apoyar al teatro, cine y televisión. Hay gente entre los 30 y 45 que no está en tele, pero si en sus redes sociales donde se pasan horas haciendo chivos. Yo lo único que les pido es tener una charla de diez minutos como mucho a través de Zoom.
Sin embargo, no contestan o te clavan el visto. Hay una cosa de ser cool en Argentina y salir en ciertos programas o revistas. Por ejemplo, cuando van al ciclo de Jey Mammón, que yo lo quiero mucho y lo conozco hace muchos años, parece que se sienten amparados porque no les va a preguntar algo de lo que no quieren hablar y yo también puedo consensuar eso.
Para mí, lo importante es que el público vea al artista. Además, tampoco ayudan al periodismo cuando los hemos ayudado. Es injusto y son muy desagradecidos y aclaro que hablo de un sector de artistas, no de todos.
Por otro lado, ¿cómo te llevás con las redes sociales?
Me llevo bien, pero no tengo más seguidores porque no me gusta mostrar mi intimidad como mi casa, por ejemplo, que la logré sola con mi esfuerzo pero me da pudor. Además no me gusta hacer chivos en las redes. Entiendo que hay mucha gente que se mantiene con eso, pero a mí me da pudor.
Siempre se te ve espléndida: ¿como cuidás tu figura y tu salud?
Primero es una cuestión genética, pero también me cuido como por ejemplo no tomo alcohol. Tengo una adicción por lo dulce más que por lo salado, entonces trato de cuidarme y de salir a caminar en la semana. No vivo haciendo deportes o cuidándome en las comidas, siento que hago lo justo y necesario.