Durante los 80 y 90 nos acompañaron éxitos del género infanto juvenil como Señorita maestra, Chiquititas, Pelito y Clave del Sol. También La Banda del Golden Rocket, Montaña Rusa y Verano del 98. Ya en el inicio del nuevo milenio llegarían Rebelde Way y Casi ángeles, que eran destinados al público juvenil y, creados por Cris Morena, apostaban a un contenido más fuerte. Un párrafo aparte para ella y sus propuestas…
Visionaria, los ciclos de Cris eran vistos por millones de personas y criticados por otros tantos, por hablar y mostrar escenas de sexo y de drogas en el horario de protección al menor. Lo cierto es que, si aquellos ciclos hoy fueran series de alguna plataforma y se les subieran algunas escenas de desnudos y agregaran algún que otro asesinato, no sólo se convertirían en sucesos: formarían parte del género young adult, al mejor estilo de las series Riverdale, Élite y Control Z, realizadas para jóvenes de 15 a 25 años (como las de Cris) y ahora vistas en el mundo por chicos de 11 años hasta abuelos de 80, batiendo niveles de audiencia.
Cuándo nació el género infanto juvenil
A mediados de 2000 nació el género infanto juvenil, que logró unir a niños y adolescentes de cuatro a 17 años. Arrancó con Floricienta en 2004 y, tres años luego, sumó a Patito feo, el primer gran éxito internacional de un género que marcaría tendencia a lo largo de una década. Escrita por Marcela Citterio y Mario Schajris, fue el puntapie inicial de tal tendencia en Latinoamérica, a fuerza de muy bonitos decorados, vestuarios a la moda, historias alegres de amor y amistad, y predominio de la musica y el baile, siguiendo la estela que había propuesto Disney en Estados Unidos con la franquicia High School Musical, que terminó en tres filmes y una serie contemporánea.
Luego del desembarco en la pantalla de otros grandes exitos como Violetta, Grachi, Chica Vampiro, Yo soy Franky, Heidi y Soy Luna, a partir de 2018 el “infanto juvenil” comenzó a desaparecer como producto súper exitoso, mientras los chicos cambiaban un cien por ciento su manera de pensar y ver.
Es que, como mencionamos arriba, a partir de los 11 años ellos apuntan al “young adult”, que incluye en sus argumentos sexo, drogas, asesinatos y diversidad sexual. Fuerte, pero real. Mientras los niños de cuatro a diez años eligen videojuegos, dibujos animados, animé, YouTube y alguna que otra serie live action (con actores de carne y hueso), pero en menos cantidad de lo que las veían antes. La diversidad con que cuentan para escoger es tan enorme, como difícil es lograr que varios de ellos miren lo mismo y lo hagan a la misma hora.
¿Qué haría yo si tuviera la oportunidad de proponer un programa infanto juvenil para chicos de 5 a 15 años? De entrada, no iría con el musical, los colegios ni los concursos: apostaría a algo fantástico, de terror, de suspenso, con efectos especiales, pero sin mostrar sangre ni hachazos, y mucho menos sexo y drogas. E iría por una buena historia de amor y por una opción que los atrape desde la intriga y les haga tapar los ojos cuando crean que viene lo peor. El mejor ejemplo sería El mundo oculto de Sabrina, aunque aplacando el sexo y las muertes.
Los niños no buscan series en Netflix
Pero, ¿quién va a producir este tipo de programas? Dudo que los canales de aire, porque están tratando de sobrevivir y apenas cuentan con dinero para alguna que otra novela o serie adulta. Los canales de cable, tampoco. Nos queda un solo camino: las plataformas Netflix, Amazon, Disney+ y Paramount+. ¿Entonces?
Netflix notó que los niños no están buscando opciones del género infanto juvenil en su plataforma y tampoco tiene pensado abordarlo. Amazon, que carece de productos del estilo, por ahora no avanzaría en ellos. Nos quedan el gigante Disney+, que se viene llevando todos los laureles, y Paramount+, que de la mano de Nick podría estar en condiciones de abordar un género tan bonito para nuestros chicos. La pregunta final es: ¿Se animarán?