“¡Adiós Bruni! ¡Ya te desarman! ¡Sos historia! Adiós a la vida de gastro pyme argentina y sus consecuencias". Así empieza el descargo que publicó Fabián "el zorrito" Von Quintiero en su cuenta de Instagram, tras el cierre de su restaurante Bruni, ubicado en el Bajo Belgrano.
El músico compartió su relato que muestra el flagelo que ha afectado a tantos locales gastronómicos que cerraron las puertas tras las duras restricciones impuestas por el Gobierno durante la pandemia.
"No es queja, es una descripción. Bienvenida una más libre de IVA, ingresos brutos, art, seguros de vida, seguridad social, cuota sindical, retenciones, percepciones, comisiones de tarjetas de crédito, débito, mercado pago y aplicaciones de delivery, servicio de posnet, alquiler, ABL, luz, gas, agua, cuenta de banco, impuesto al cheque, autónomos del presidente, sueldos, abonos de sistema, facturación, abogados, contador y, si te queda algo, el 30 por ciento de ganancias. Todos comiendo del mismo plato. Un excel demencial”, describió con ironía.
Zorrito enojado con los impuestos y contratos leoninos de alquileres
El músico continuó con la larga lista de dificultades que debió sortear durante años. “Adiós también a los gestores, inspectores y el código imposible. Adiós también al leonino contrato de alquiler que siempre se está acabando, a sus herederos propietarios, su ingratitud y su miserable soberbia. Adiós al robo hormiga de cada día de algunos y sus socios caranchos. ¡Tantas historias!”, siguió.
El restaurante está ubicado en la esquina de Sucre y Castañeda, fue inaugurado en 2008, en una zona que se convirtió un polo gastronómico con importantes locales. Bruni se encuentra en la misma cuadra que el Comedor de Narda Lepes y a metros de Cucina Paradiso, de Donato de Santis.
El año pasado, cerró las puertas Dandy, otro local ubicado a la vuelta de Bruni, sobre Figueroa Alcorta.
“Lo vine intentando desde abajo, con éxitos y golpes, pero no es por la pandemia, es por la ‘pymedemia’ muy nuestra, que viene de hace años. ¡Te cansa posta! Gracias al staff que tuvimos, algunos proveedores por sus tratos y su paciencia, sobre todo cuando llegó el virus”, manifestó.
El Zorrito confesó que siente "emociones mezcladas" y se trata de "una decisión personal, culpa de nadie". "Tengo esa nostalgia de seguir, acá comiendo, la esquina me extrañará, siempre bebiendo, siento la tristeza de partir, ya estoy saliendo, yo también la extrañaré, agradeciendo, solo me queda por decir, que me estoy yendo, a un lugar que me haga más feliz. ¡Vamos viendo!”, cerró.
