Con el inicio de las vacaciones de inviernos varias familias tomaran sus vehículos y se trasladarán por las rutas argentinas a diferentes puntos turísticos del territorio. Además, de respetar las normativas vigentes relacionadas con la pandemia de coronavirus también hay que evitar algunos hábitos detrás del volante para tener un viaje seguro.
MANIPULAR DISPOSITIVOS ELECTRÓNICOS
Uno de los malos hábitos al conducir es hablar por teléfono (algo que en la Argentina está prohibido) y/o configurar el navegador GPS. Estos dispositivos son un gran foco de distracción y, en consecuencia, el causante de posibles accidentes. Por eso tanto para atender un llamado o para buscar una dirección en un mapa el vehículo debe estar detenido.
CONDUCIR SIN PRESTAR ATENCIÓN A LA VÍA
Ponerse detrás del volante es una gran responsabilidad por eso hay que estar concentrado y atento a lo que pasa en la vía pública. No se puede estar pensando en una preocupación personal o en una conversación con un ocupante del coche.
NO MANTENER LAS DISTANCIAS DE SEGURIDAD
Este es uno de los malos hábitos más frecuentes. Debemos dejar siempre la distancia suficiente para que, en caso de una frenada de emergencia, podamos detener el vehículo con seguridad.
CONDUCIR DE FORMA AGRESIVA
En ocasiones una discusión o un problema personal hacen que la conducción sea más agresiva, aunque en otras ocasiones es cuestión de edad. Sin importar el motivo no hay que conducir de forma agresiva porque se aumenta la probabilidad de tener un accidente de tráfico o de provocarlo.
NO TENER UNA BUENA POSICIÓN AL VOLANTE
La posición al volante es importante para no estar cómodo y no sufrir lesiones graves en caso de accidente. Para la altura de la butaca hay que tener en cuenta que los ojos deben quedar por la mitad del parabrisas. Para determinar la distancia a los pedales hay que pisarlos a fondo y tener la rodilla ligeramente flexionada. Lo siguiente es el respaldo: idealmente debe tener una inclinación de entre 90 y 110 grados. Las manos en el volante deben estar en la posición de las dos menos diez o las tres menos cuarto, imaginándonos que el aro del mismo es un reloj. Mientras que los brazos tienen que estar ligeramente flexionados.
NO SEÑALIZAR LAS MANIOBRAS
Si no señalizamos las maniobras es imposible que el resto de los usuarios de la vía pública sepan lo que vamos a hacer. Usar bien las luces intermitentes es tan importante o más que cumplir el resto de las señales de tránsito.
NO ANTICIPARSE EN LA CONDUCCIÓN
Hay que llevar la vista lo más lejos posible para poder anticipar una frenada, un adelantamiento o la maniobra que sea necesaria. Si no nos anticipamos con la vista tendremos menos segundos para resolver la situación de potencial riesgo que se pueda dar.
NO MIRAR POR EL RETROVISOR
Si juntamos el mal hábito de no usar la luz intermitente con el de no mirar por el retrovisor las consecuencias, en el mejor de los casos, se traducen en un bocinazo y en otros, por desgracia, en accidente...
VELOCIDAD NO ADECUADA
La velocidad en sí misma no es peligrosa, lo peligroso es la velocidad inadecuada. Si la ruta es de 90 km/h y está granizando o lloviendo, por ejemplo, habrá baja adherencia y baja visibilidad. En consecuencia habrá que reducir la velocidad para tener un mejor control del vehículo. No porque la carretera sea de 90 tenemos que ir a 90 km/h por ella.