Mientras varias compañías recién ahora definen el papel que cumplirán con el advenimiento de la electrificación, General Motors hace tiempo que trabaja con la mirada puesta en ese futuro. Y en eso mucho tiene que ver Mary Barra, quien dirige los destinos del gigante de Detroit desde hace siete años.
Barra conoce muy bien a GM. Comenzó en la empresa a los 18 años como estudiante cooperativa revisando paragolpes y capots para pagar sus estudios universitarios. Para ella el mundo de los autos jamás le fue ajeno ya que su padre trabajó durante mucho tiempo en la planta de ensamblaje de Pontiac.
Su capacidad le permitió ascender a puestos en los departamentos de ingeniería hasta llegar a la gestión de la planta de Detroit/Hamtramck, cargo que ocupó tras graduarse como ingeniera eléctrica.
A partir de entonces, su ascenso en GM no se detuvo. Fue responsable de las áreas de ingeniería de manufactura, recursos humanos y desarrollo de productos, antes de asumir como presidenta y directora ejecutiva en enero de 2014, cuando se convirtió en la primera mujer en la historia al mando de un gigante automotriz de escala global.
Su llegada a ese puesto relevante fue en un momento difícil para el grupo ya que varios de los autos que producía salieron al mercado con graves fallas de seguridad que provocaron varias muertes que obligaron a la empresa a pagar 2.500 millones de dólares en penalidades, compensaciones y acuerdos legales.
“Mis sinceras disculpas a cualquiera que se haya visto afectado por esta situación, especialmente a las familias y amigos de los que perdieron sus vidas”, dijo en abril de 2014, solo cuatro meses después de haber asumido el cargo.
Barra también fue la gran responsable de encausar a GM y adelantarse a muchos competidores al anunciar sus objetivos relacionados con la electrificación con la mira puesta en un mercado global, pero especialmente en China, donde sus productos son muy vendidos.
La meta es liderar el mercado de los autos eléctricos no lujosos y para eso ya destinó miles de millones de dólares en el desarrollo de nuevos modelos, tecnología y su hasta su propia batería. “Es importante acelerar hacia un futuro en el que todos los autos que vendamos sean a cero emisiones”, explicó a principios de este año cuando anunció que a partir de 2035 todos los productos de GM serán “verdes”.
La relevancia de Mary Barra dentro de la industria automotriz es tal que Forbes la considera como una de las personas más poderosas e influyentes del mundo. Algo que tiene su precio: un sueldo anual de 20 millones de dólares.