Tras el blanqueo del inesperado romance que vive con el político Fernando "Pato" Galmarini, padre de Malena Galmarini y suegro de Sergio Massa, Moria Casán reconoció en diálogo con GENTE sentirse "plena" con su presente amoroso.
"La pareja Galmarini-Casán estalla. Y lo hago encabezar a él. Conociendo mi personalidad, ¿eso te dice algo?", dijo, fiel a su estilo, al ser consultada por el "brutal" vínculo que la une al dirigente peronista y ex funcionario. "La pareja está brutal, estamos estallados ambos y es algo que no podemos creer", reveló.
"Galmarini estuvo en mi cama antes de conocernos", disparó la actriz del éxito teatral Brujas en clave "modo performático casanesco" al referirse a aquella entrevista que le hiciera treinta años atrás en A la cama con Moria. Luego reveló que en una charla que tuvieron Galmarini le recordó que había estado en su programa. "Habíamos estado muy fogosos ahí", rememoró.
Cómo comenzó el romance entre Moria Casán y Fernando "Pato" Galmarini, "el único peronista leal que conozco"
Desde que Moria entrevistó a Galmarini en A la cama con Moria no se volvieron a ver. Según allegados, la llamó un día para invitarla a un evento deportivo y cultural. Y a partir de ahí "le empezó a mandar cosas referidas a la historia del peronismo".
Es que Ana María Casanova proviene, por parte de su madre, de una familia de raigambre peronista. Su tío fue guardaespaldas de Perón y su tía pertenecía a la Fundación Evita.
"Le empezó a contar historias verdaderas que había vivido y Moria comenzó a conocer la historia del movimiento desde otro lugar, de un lugar que va a la vida. La fascinó toda su etapa en la resistencia peronista", revelaron las fuentes consultadas por GENTE.
Además revelaron a GENTE que Moria cree que él "es el único peronista leal que conoce" y que Galmarini se refiere a su reciente relación con la actriz como "un vínculo sagrado". Unidos por el peronismo, se encontraron ambos hipnotizados por las "eternas charlas que tienen".
Quién es Galmarini, el nuevo amor de Moria
Fernando Galmarini, a quien le dicen "Pato" en la intimidad, tiene 79 años y fue secretario de Deportes de la etapa inicial de la primera presidencia de Carlos Menem. Durante esa gestión, entre otras cosas, acondicionó el Cenard (Centro Nacional de Alto Rendimiento Deportivo), se retomaron los Juegos Evita y llevaron adelante la organización del Mundial de Básquet de 1990.
Militante peronista desde su juventud, el padre de Malena Galmarini (Presidenta de Presidenta de AySA, Agua y Saneamientos Argentinos) participó del armado del Frente Renovador (FR) que se fundó en 2013. Esa organización es parte integrante de la coalición política FdT (Frente de Todos), cuyo uno de sus exponentes es su yerno, Sergio Massa, actual presidente de la Cámara de Diputados de la Nación.
En total tiene cinco hijos. Junto a Marcela Durriey, médica especializada en Salud Pública (UBA) y militante, Galmarini tuvo a Malena, a Sebastián, que es politólogo y director del Banco Provincia de Buenos Aires, y a Martín, futbolista que juega en Club Atlético Tigre. Sus otras dos hijas, de una relación con una compañera de militancia, son Bernardita y Socorro.
Galmarini no fue jugador de fútbol profesional como su hijo pero se dio el gusto de disputar un partido amistoso con el plantel de Boca. Fue en 1989 cuando con aquel equipo le ganó 1 a 0 a Argentinos Juniors.
Pato Galmarini: su militancia setentista
Empezó a militar, según recordó en una nota, en septiembre de 1955, cuando jugando a la pelota en una plaza de Intendente Casares, vieron gente correr y personas que desaparecían porque "habían empezado los bombardeos". "Un tiempo después nos enteramos de que eran las que cayeron cerca de Las Heras y Pueyrredón porque quisieron matar a Perón en la residencia presidencial que está en Austria y Las Heras", rememoró el político.
Galmarini pasó de la organización Descamisados a ser parte de Montoneros. "Fue en el '71, un tiempo antes del retorno de Perón. Vivía con una pareja y yo con mi mujer de entonces. Ya había nacido mi primera hija Bernardita", contó. En ese momento trabajaba en varias empresas en el área de comercialización pero la política ya lo empezaba a seducir. Fue protagonista de persecuciones de terrorismo de Estado, debió dejar a sus dos primeras hijas y su mujer "para rajarme" y en 1978 cayó preso.
"Fue en septiembre del '78, en San Fernando. 24 éramos de los gremios, de los textiles, y yo que era de la Agrupación de Prensa Scalabrini Ortiz, estábamos en la CGT que después fue la de Saúl Ubaldini. Estuvimos presos quince días. Marcela iba con Malena y Sebastián recién nacido a la puerta porque sabía que me iban a interrogar y tenía miedo de que me llevaran a mí, pero no. De ahí fuimos saliendo de a uno, pero era todo el tiempo cosas desagradables, rajes de la casa a cada rato", recordó.
Algunas de estas experiencias serán reflejadas en el libro que escribe actualmente y que retoman aquellos agitados días.