A punto de cumplir los 40, Britney Spears sigue firme en la postura de no volver a actuar hasta que su padre, Jamie Spears, abandone su figura legal como tutor, lo que le impide tomar decisiones por sí misma desde 2008.
Trece años después de que la justicia dispusiera que su padre sea quien conserve la tutela legal de todo lo concerniente a contratos y movimientos respecto a su carrera, la artista espera el 23 de junio para presentarse en la corte. Esta será la primera vez en años en el que la intérprete de Toxic hable en persona sobre la tutela legal de la que quiere liberarse y que se extiende hasta septiembre de este año.
La semana pasada, Samuel Ingham, el abogado de la cantante contó que Brit desea intervenir ante la Corte Superior de Los Ángeles, algo que llevaba sin hacer desde el 10 de mayo de 2019, cuando su declaración se tomó a puertas cerradas y sus palabras no se hicieron públicas. Aún se desconoce si esta próxima audiencia será bajo las mismas condiciones de hermetismo y qué exigirá la artista durante su presentación.
Qué es la conservación de la tutela legal
Una curatela es un caso judicial en el que un juez designa a una persona u organización responsable (llamada curadora) para cuidar a otro adulto (llamado pupilo), que no puede cuidarse de sí mismo ni administrar sus propias finanzas.
Desde diciembre de 2019 que Jamie Spears no es el único conservador de la tutela legal de su hija. Un juez designó a Jodi Montgomery como curadora temporal de la cantante. Según el documento que elevó en su momento el abogado de la Princesa del Pop al Tribunal Superior de Justicia de Los Ángeles, California, Britney además “se reservó el derecho de solicitar la terminación de esta tutela”. Así lo especificó el documento: “Prefiere firmemente que (Montgomery) continúe en ese papel como lo ha hecho durante casi un año”.
Por qué Britney Spears está bajo la tutela de su padre hace 13 años
En febrero de 2008, el padre de Britney presentó documentos legales para solicitar al tribunal que le otorgue la tutela temporal de la cantante. En el momento de esa presentación, Britney estaba internada en el Centro Médico de UCLA, en Los Ángeles, con un cuadro psiquiátrico.
Esa había sido la segunda vez en el año en el que la Princesa del Pop había sido internada involuntariamente debido a que sus trastornos mentales eran considerados de peligro para sí misma y quienes la rodean. En ese entonces, Britney había sufrido un breakdown que la llevó a raparse y a violentarse contra un paparazzi que la acosaba y la perseguía, en busca de registro fotográfico.
Los documentos judiciales declararon que en ese momento Britney "no podía satisfacer adecuadamente sus necesidades personales de salud física, comida, ropa o refugio". Así fue como el juez le otorgó a Jamie la tutela temporal.
