Hace 30 años, unos meses antes del primer programa de Jugate Conmigo, Carla Mendez jamás había imaginado que sería parte de uno de los programas más emblemáticos de la historia de la televisión de nuestro país. Y aún hoy no puede creer todo lo que sucedió de manera muy rápida.
"Recuerdo que era muy tímida, no hablaba mucho con extraños. Siempre caminaba con la mirada hacia abajo. Sí te digo que mi manera de expresión llegaba con el baile pero no más que eso", responde Carla, hoy con 45 años, quién paradójicamente el tiempo le quitó la timidez y dispara palabras e ideas una atrás de otras.
Tres décadas después, Carla cuenta que la siguen reconociendo en la vía pública, le demuestran su cariño y también asume cómo el programa de Cris Morena le cambió la vida. Ya que justamente hoy, Carla, sigue vinculada al medio (ver más adelante). Y abre su camarín de la vida para charlar de todo en estos 30 años del estreno de Jugate Conmigo en Telefe: "Fue conocer un mundo nuevo que me permitió crecer, pagar mis estudios, ayudar a mi familia, viajar y conocer personas increíbles como mis compañeros, Cris (Morena), Gustavo (Yankelevich) y una amiga tan bella como Romina (Yan)". Además por el programa "pasaron artistas increíbles que jamás pensé que iba a conocer como Charly García, Ricky Martin, Air Supply, Guns and Roses...".
Cómo llegó a Jugate Conmigo
¿Cómo llegaste a Jugate? "Mi hermana menor hacia publicidad desde muy pequeña hasta los cinco años. Un día la acompañé a mi mamá a cobrar un cheque de una de las campañas que había hecho mi hermanita y le preguntaron por mí para hacer una campaña de los Rollers Bladerunners. Acepté y empecé a grabar por diferentes partes de Buenos Aires", recuerda Mendez. "Un día, estábamos grabando por Recoleta, y tuvimos una hora libre. Me fui a ver vidrieras y entré en un local con los rollers colgando. Yo vi que había dos mujeres rubias. Bueno, una era Silvia Pérez y la otra era justamente Cris Morena. Cris me miró, miró los rollers y les encantaron. Dijo algo así como pensando en voz alta: "que bueno hacer esto para el programa, que los chicos entren patinando". Yo no entendía nada. Le dejé la tarjeta de la agencia para la que trabajaba y me fui".
Al poco tiempo -recuerda- sonó el teléfono de la agencia, la misma llamó al teléfono fijo de su vecina Marta y luego le avisaron que estaba convocada para un casting en un teatro de calle Corrientes. Hasta allí fue Carla, con intrigas, nervios y dudas de qué se trataría. Cuando llegó, la sala estaba colmada de adolescentes: "Yo solo quería bailar, ser flashdance, ir a Estados Unidos", rememora.
-¿Y qué pasó?
-Fui una de las últimas en pasar. Subíamos de a 30 y copiábamos una coreografía. Ahí la vi a Cris en el medio del teatro y caí que ella estaba en el proyecto que me había mencionado cuando me vio con los patines. Era como estar en una película musical, no todos sabían bailar y en mi caso no tenía ninguna escuela. Y quedé. Me dijeron “gracias por venir, te vamos a llamar”.
-¡Y te llamaron!
-¡Sí! Una noche mi mamá viene a darme las buenas noches y me dice: “Carla, te dije que no jodas mas con el teléfono de Marta, llamó una persona que dice que es de canal 11. No le des a cualquiera el teléfono porque están haciendo bromas. Dijeron que tenés que estar en un lugar. Es joda". Le dije la verdad, que me había anotado en un casting y me dijo: “pero si vos no podés hablar, sos tímida, qué vas a hacer en la tele, no, no, no primero los estudios”. La cuestión que terminó mi viejo hablando con Gustavo, y él lo convenció que firme el contrato con la condición de que si bajaba las notas no iba a ir más al programa. Mi viejo, hasta el día que se murió le tenía un respeto especial a Gustavo.
El debut el 3 de junio de 1991
Carla Mendez cuenta que los ensayos de Jugate conmigo empezaron los primeros días de marzo, tres meses antes del debut. "Al único que ubicaba era a Hernán (Caire) que lo conocía de un comercial", afirma. "Y sabíamos que Cris era actriz, pero sinceramente no entendíamos nada. Los juegos, los ensayos de coreografías en el estudio de Marisa Divito, Cris nos presentaba canciones, quién iba a cantar qué, y la mayoría no veníamos con preparación de danza por ejemplo. Solo Pamela, creo", recuerda.
Allá por los 90, cuando no existía la posibilidad de empezar a pensar por discutir igualdad de género, mucho menos en los medios, Cris Morena, para Carla, fue un mástil del empoderamiento de la mujer: "Después de mi mamá, fue la primera mujer que vi empoderada en mi vida. Entendí el compromiso que tenía, estaba en todos los detalles. Vi es una mujer trabajadora, exigente y se entendía por qué lo era".
"De aquel 1 de junio recuerdo, estoy casi segura, que me habían puesto un vestido amarillo y tengo sí grabada los gestos de Cris dándonos aliento "vamos chicos, ustedes pueden". Si algo siempre te daba Cris era seguridad. Del primer al último día", confiesa.
Carla cuenta que desde el primer día fue una explosión y padeció la fama, los más de 30 puntos de rating. "Me quería matar, porque salía mi mamá, mi hermana o cualquier negra que pasaba decía “era Carla”, no es como ahora que hay mucha gente afro. Yo era tímida y dejé de hacer muchas cosas, dejé de salir a mirar vidrieras, de probarme ropa, caminaba mucho y todo el mundo e miraba. Por mi afrodescendencia que se mesclo con el exito de Jugate. Era una invasion".
Aunque reconoce lo lindo: "nos llegaban cartas, osos y chocolates de todo el país y nos la daban en bolsa de residuos que estaban explotadas. Fue difícil manejar la fama".
La relación con sus ex compañeros
"Hoy tengo como re buen diálogo con Gise, Mariana, Pamela... Siento que Jugate fue tan intenso, que no importa el tiempo que pasó, hoy los llamo, me siento con la confianza de pedirles lo que necesito o de contarles y también de decirles “acá estoy”. Hablamos con ellos como si el tiempo no hubiese pasado, es algo que me pasa a mi en lo personal, no sé a ellos conmigo o entre ellos, al menos yo trato de que sepan que conmigo cuentan, que no importa el paso del tiempo porque los siento como hermanos", dice Mendez.
Y remarca algo que para ella fue fundamental en aquella época de adolescente: "Gracias a mis compañeros y compañeras empecé a sentirme linda, me hicieron sentir segura, empecé a hablar delante de cámara".
La gran amistad con Romina Yan
"Recuerdo que el día que fui al casting Romina estaba ahí como una más. Me llamó la atención de lo hermosa que era, de su belleza diferente, su nariz angulosa, como bailaba, como movía el pelo. Yo ahí la vi a Romi y no sabía que era la hija de Cris", comenta Carla. Pasaron vacaciones juntas en Punta del Este y se divirtieron muchísimo en un viaje a Brasil donde grabaron una de las aperturas de Jugate conmigo y compartían la habitación.
"El primer colectivo se lo tomó conmigo. Nos camuflamos y le digo “tenés que conocer la galería Churba, una especie de Bond Street de esa época. También una vez nos disfrazamos de chicos para ir a ver vidrieras a un shopping”
Ya desde los ensayos pegaron buena onda con Romina quién siempre se ponía detrás del grupo, pregonaba un perfil bajo y era Carla quién la ubicada en el frente del pelotón de Jugate. "La garraba de la mano ye le decía: "vení para acá hermosa", y recién ahí ella sonreía y cedía". Romi no tenía ningún privilegio por ser la hija de Cris y Gustavo".
-¿De qué hablaban?
-De todo. De nuestros padres, creo que ahí conectamos. Puede que también del cambio de apellido de ella. Romina siempre, desde el primer día me llamó la atención, estaba angelada, era bellísima, nunca había visto una cara así en mi vida y a la ve era tímida como yo. Empatizamos de entrada. Ella me confesó que estar ahí era estar cerca de sus padres porque eran muy trabajadores. Seguramente muchos por ser la hija de o creían que tenía privilegios y Romina no tenía ningún privilegio.
-¿Después de Jugate siguieron siendo amigas?
-Sí. Duante un gran tiempo pero después me fui a vivir afuera y perdimos contacto. Y nos reencontramos cuando ella ella hizo Amor mío. Yo trabajaba ahí, y ella ya tenía dos hijos, estaba casada Juan. Y después yo me fui a vivir afuera. Increíblemente nos reencontramos de una manera especial. Me llegó a mi casa un sobre. Lo abro ey era la invitación al casamiento con Darío (Giordano. Me puse re contenta, me acordaba que él era un empleado más de Telefe, y que siempre se me acercaba y me decía "che, que linda es Romina". Y le dije: "te la voy a presentar". Se la presenté y se quedaron hablando. Y ahí empezó todo.
Su infancia humilde y hoy jefa de vestuario
Carla Mendez estudió en un colegio de monjas en la primera y luego pasó Escuela Nacional de Cerámica, en Bulnes y Rivadavia, una institución educativa con doble escolaridad. Sus padres Juan Francisco Mendez, empleado de una imprenta, y su madre Nelly Margot, vendedora del rubro textil, aunque le decían "Estrella", ambos uruguayos que escaparon de la dictadura de los 70 cruzando el Río de la Plata con apenas 20 años.
"Vivíamos en Chacarita. Un hogar muy humilde. Mi papá trabajaba sábados y domingos y teníamos una tele en blanco y negro que nunca mirábamos. Y yo terminé trabajando en la tele", sonríe.
Con el sueldo de Jugate conmigo ayudaba a la familia poder llegar a fin de mes. "Me crie en una casa que no sobraba nada pero tampoco faltaba. Y siempre fue un hogar con mucha armonía familia", recuerda Carla, casada con Juanse Olmos ("el gran compañero de mi vida"), y madre de Tyson, de 14 años.
Después del programa, Carla Mendez tuvo una sección en el programa Infómanas, con Elizabeth Vernaci y Claudia "Gunda" Fontan. Se enamoró de un modelo y vivió tres años en Europa. Al separarse regresó y siguió ligada el medio. Fue jefa de vestuario en Popstar, vistió a los Mambrú y Bandana, pasó por Ciudad Magazine y después en TyC Sports. También trabajó en American Idol. Llegó a Canal 9 hace unos años como asesora y hoy es jefa de vestuario del canal. "Jugate me abrió todas las puertas. Cris y Gustavo siempre me dieron un mano y estuvieron conmigo. A Gustavo aún hoy nos escribimo. Estoy eternamente agradecida a ellos".
El triste recuerdo del día que murió su gran amiga Romina Yan
"Sinceramente le escapo a recordar ese día", dice Carla con la voz entrecortada. "Yo era jefa de vestuario del canal Magazine. El teléfono no paraba de sonar. No entendía nada. Angel de Brito pidió que me sentara en el panel. Dije que no y me entendieron. “Romi es mi amiga, no puedo lo creer, no sé qué hacer, pero no quiero estar hablando en ningún lado”.
-¿Cómo siguió?
-Del canal me dieron permiso para ir al entierro. Llamé a Anita Tomaselli (ex jefa de prensa de Canal 11 y madrina de Romina), me pusieron un auto, paré en Cabildo, compré flores amarillas y me mandé. No sé si iba a poder entrar o no. Entré y fue terrible. Yo la había visto a Romina un mes antes. Nos abrazamos como si el tiempo no hubiese pasado. Habíamos perdido el vínculo. Me contó cómo estaba, que tenía un montón de proyectos. “Dale negra, hablemos”, me dijo. Nos pasamos teléfonos y no llegué a llamarla. No llegué a, no llegué, nunca llegamos a hablar.
A 30 años, el recuerdo de Jugate conmigo
"Amé estar ahí, formar parte de Jugate conmigo y que hayan pasado 30 años", afirma Carla. "Yo nunca tomé conciencia de lo importante que fue para muchas personas que existiera una persona afro descendiente, yo no sabía que representaba a mucha gente. Después en Jugate me respetaban, mi estilo, mi pelo, no me quería cambiar, ni nada, respetaban lo que yo era. Me lo dijeron las personas. Iba a Uruguay, y todos, o muchos me confesaron hoy siendo adultos “yo decía que era tu prima, o tu primo, o tu hermano” o no sé “qué había sido novio tuyo” porque de alguna manera los aceptaban en la sociedad "blanca". Y que me imitaban como me vestía, y que se animaban a ponerse coloresa".