La conmovedora escena fue transmitida a todo el mundo. Juan Pablo II sentado en la celda del hombre que había intentado asesinarlo en la Plaza San Pedro el 13 de mayo de 1981 otorgándole su perdón.
“Rezo por el hermano que me disparó, a quien he perdonado sinceramente”, dijo en reiteradas ocasiones el Sumo Pontífice.
La visita ocurrió dos años después del atentado. En diciembre de 1983, Karol Wojtyla ingresó en la cárcel romana de Rebibbia, donde Mehmet Alí Agca cumplía su condena tras haber efectuado cuatro disparos contra el papa polaco .
En las imágenes, se ve al Sumo Pontífice junto al acusado, quién le tomó la mano y se la besó. Juan Pablo se sentó junto a él en la lúgubre celda, rezaron juntos y le regaló un rosario después de una larga charla.
El papa polaco jamás reveló el contenido de la charla que mantuvo con su sicario.
“Las cosas sobre las que conversamos se mantendrán en secreto entre él y yo. Hablé con un hermano al que he perdonado y quien tiene toda mi confianza. Todos necesitamos ser perdonados por otros. Entonces, todos debemos estar listos para perdonar. Pedir y dar perdón es algo de lo que cada uno de nosotros merecemos profundamente”, expresó el Papa tras el encuentro.
Después de 19 años en la cárcel, Ali Agca fue indultado por el presidente de Italia, Carlo Azeglio Ciampi y extraditado a Turquía donde cumplió la condena pendiente por el asesinato del director del periódico turco. Finalmente, recuperó la libertad el 18 de enero de 2010.
En 2014, Agca visitó la tumba de Wojtyla en una de las capillas cercanas al altar central de la basílica de San Pedro, y depositó dos ramos de rosas blancas ante los restos del hombre que intentó matar y que lo había pedonado. Luego fue extraditado por haber ingresado ilegalmente al país.
Por qué atentó contra Juan Pablo II
Son muchas las teorías que circulan acerca de los verdaderos motivos que llevaron a Mehmet Ali Agca a atentar contra Juan Pablo II. Entre ellas, se destaca la de un plan trazado por Rusia Moscú y los servicios secretos de la KGB, en connivencia con Bulgaria y Alemania del Este.
No obstante, a lo largo de 2014, el propio Agca desveló en una de sus autobiografías, la titulada Me prometieron el paraíso. Mi vida y la verdad sobre el atentado contra el Papa, que sólo cumplió las órdenes dictadas por el ayatolá Jomeini, quien veía a Juan Pablo II como “el portavoz del diablo en la Tierra”. Si lo asesinaba, sus actos se verían recompensados.
Sin embargo, al día de hoy el atentado contra Juan Pablo II durante una de sus multitudinarias procesiones en la plaza de San Pedro del Vaticano, sigue escondiendo misterios por resolver.