Más de un año y medio es el tiempo que restaría para volver a la normalidad como la conocimos antes de la pandemia del coronavirus. O, al menos según la predicción de Bill Gates. El fundador de Microsoft volvió a predecir el fin de de la crisis sanitaria que azota el mundo.
"El mundo volverá por completo a la normalidad a finales de 2022, cuando haya un exceso de vacunas que haga posible que toda la sociedad esté inmunizada", anunció Gates.
El magnate multimillonario ya es considerado una especie de oráculo en temas relaciones al coronavirus. Hace unos años, predijo el peligro de una pandemia, que finalmente llegó en los últimos meses de 2019 a todo el mundo.
“Si algo va a matar a más de 10 millones de personas en las próximas décadas, es más probable que se trata de un virus altamente infeccioso que de una guerra", dijo en 2015.
Esta semana, en una entrevista al programa de Sky News Sophy Ridge On Sunday, el empresario reconoció que si bien "el virus no desaparecerá” a finales de 2022 “habrá muy pocos contagios", gracias a las vacunas.
Para Gates la solución es "invertir en Sanidad". Además, el empresario tiene claro qué países liderarán la vuelta a la normalidad: "Reino Unido y Estados Unidos llegarán a altos niveles de vacunación en el verano de 2021, por lo que creo que desde finales de este año o principios de 2022 se comenzarán a distribuir vacunas hacia otros países para acelerar el fin de la pandemia".
El multimillonario apuesta porque el mundo aproveche esta pandemia para tener en cuenta qué es lo importante para una sociedad: "Espero que recordemos esto y seamos conscientes de que la solución es invertir en Sanidad. Se han perdido billones de euros que, si se hubieran gastado en salud, hubieran servido para que la pandemia no hubiera afectado tanto en todo el mundo".
Fiel a su estilo, el filántropo insistió en la importancia de prepararse para futuras pandemias, algo que consideró “una máxima prioridad”. Sin embargo, alertó sobre la posibilidad de que la sociedad se olvidara de lo vivido durante el último año, como sucedió con el brote de ébola.
Por último, Gates lamentó el desigual reparto de vacunas en el mundo aunque consideró “no del todo sorprendente” que los países ricos se hayan dado prioridad a sí mismos para las vacunas .
“Fue bueno vacunar a las personas mayores en los países ricos, que en realidad tenían la pandemia peor que la mayoría de los países en desarrollo”, dijo aunque consideró que no es “justo” que se vacune a personas de 30 años en países ricos, mientras que personas de 60 de Brasil o Sudáfrica aún no recibieron su vacuna, destacó que dentro de tres o cuatro meses, "la asignación de vacunas llegará a todos los países que padecen la epidemia muy grave".
