Kate y Gerry McCann no pierden las esperanzas de saber qué pasó con su hija, Madeleine. A 14 años de la desaparición de la nena en Portugal, cuando estaban de vacaciones, saben que las posibilidades de que esté viva son escasas pero, ante la falta de pruebas, no descartan el milagro.
La investigación ha dado innumerables giros desde que la menor desapareció en 2007, cuando tenía 3 años. Hoy, todas las miradas están puestas ahora en un único sospechoso: Christian Brüeckner, un pedófilo que está detenido condenado por violación y que fue acusado de varios ataques sexuales.
Los antecedentes de Brüeckner son de un nivel de violencia brutal. Además de involucrarse en el tráfico de drogas, en 2005 irrumpió en un departamento y violó y torturó a una turista de 72 años. Recién en agosto de 2019 lo condenaron por este crimen.
También fue juzgado por tenencia de pornografía infantil. En 1994 cometió el primer ataque y fue condenado a dos años de cárcel por abusar sexualmente de un nene.
Luego se fue a vivir a los balnearios de Lagos y Praia da Luz, en Portugal. Este último, la zona en la que desapareció Madeleine McCann.
Si bien con este último giro los investigadores creen que Madeleine fue asesinada, los padres de Madeleine emitieron a fines del año pasado un comunicado en el que renovaron su intención de encontrar a su hija. “Nunca se detuvo la esperanza, la energía y la determinación para encontrar a Madeleine y descubrir la verdad”, escribieron.
“Cada aniversario es duro porque trae todos los recuerdos de la noche en la que fue secuestrada. Pero este año es diferente porque Madeleine estaría llegando a la edad adulta. Es un momento importante en la vida de todos los niños: que Kate y Gerry no estén con ella en una ocasión tan trascendental es desgarrador", aseguró al diario británico The Mirror un amigo de la familia de la nena.
El próximo 12 de mayo, Madeleine cumpliría 18 años.
El documental del caso
En 209, la plataforma de Netflix lanzó un documental sobre el caso que despertó fuertes polémicas. "The Disappearance of Madeleine McCann", entrevistó a decenas de expertos y figuras clave del caso, con la esperanza de reavivar el misterio y llegar a alguien que pueda reconocerla, si es que la niña sigue con vida.
Sin embargo sus padres no quisieron participar de la producción. Kate y Gerry McCann, no consideraron que el documental pudiera ayudar en la búsqueda y se negaron a participar de las entrevistas. Incluso consideraron presentar demandas judiciales.
En el documental, la principal hipótesis es que la menor fue secuestrada por una red de trata de personas.
Cómo inició el caso Madeleine McCann
Madeleine McCann desapareció el 3 de mayo de 2007, con poco más de tres años, cuando estaba de vacaciones en Portugal junto a sus padres y los gemelos Sean y Amelie.
La familia se hospedaba en un apartamento de Playa de la Luz del Algarve y sus padres solían cenar con amigos por las noches. Aquel 3 de mayo, mientras Kate y Gerry cenaron con dos amigos mientras los menores dormían la nena desapareció de su habitación y nunca más fue vista.
A fines de mayo, decidieron pedir ayudar a las autoridades portuguesas y convocaron a medios tanto nacionales como internacionales con la esperanza de encontrarla. Con los días, crearían también una web para canalizar todo tipo de donaciones y aportes que pudiesen hacerse en nombre de la causa.
Un desfile de sospechosos fueron descartados a lo largo de los años por falta de pruebas. Inclusive los propios Kate y Gerry fueron puestos bajo la lupa en el primer aniversario de la búsqueda. A partir de unas manchas de sangre en la camioneta familiar se deslizó la hipótesis de un posible accidente que los padres intentaron ocultar. Sin embargo, las pruebas serían inconclusas. En julio de 2008, la Justicia de Portugal archivó el caso también por falta de evidencia.
En 2011, cuando Madeleine debería haber cumplido 7 años, sus padres enviaron una carta al entonces primer ministro del Reino Unido, David Cameron, pidieron reevaluar el caso. El gobierno británico accedió a hacerlo y, acto seguido, puso a disposición a las fuerzas de Scotland Yard, más conocida como la policía metropolitana de Londres.
El cuerpo policial determino a inicios de la nueva fase de investigación que no había pruebas suficiente como para afirmar que la pequeña estaba muerta. Dos años después de emitirse dichas declaraciones, Portugal reabrió el caso y, hasta el día de la fecha, la nación se mantiene expectante sobre lo que pueda averiguarse.