Las convocatorias a los ciudadanos del mundo para mudarse a algún pueblito italiano se han vuelto casi un ritual. Con ofertas muy tentadoras, distintos poblados se lanzan desde hace años en la búsqueda de nuevos residentes.
En esta ocasión, la región de Molise al sur de Italia ofrece a sus visitantes 25 mil euros -700 al mes durante tres años- para vivir en uno de sus pueblos.
La convocatoria tiene algunos detalles: el lugar elegido debe tener menos de 2000 residentes y el recién llegado debe comprometerse a abrir un negocio allí.
"Si solo hubiéramos ofrecido fondos, habría sido un gesto de caridad", explicó Donato Toma, presidente de Molise, la región en cuestión.
"Queríamos que la gente invirtiera aquí. Pueden abrir cualquier tipo de actividad: una panadería, una papelera, un restaurante, cualquier cosa. Es una forma de dar vida a nuestras ciudades y al mismo tiempo aumentar la población", agregó.
Toma también anunció que cada pueblo con menos de 2000 habitantes recibiría 10.000 euros para mejorar la infraestructura y promover actividades culturales.
"No se trata solo de aumentar la población. La gente también necesita infraestructura y una razón para quedarse, de lo contrario, terminaremos donde comenzamos", dijo.
Según el Instituto Nacional de Estadística de Italia (Istat), Molise, con una población de 305.000, se encuentra entre las regiones que ha perdido más habitantes en los últimos años: más de 9.000 desde 2014.
En 2018, más de 2800 habitantes murieron o se mudaron a otra zona, casi 1000 más que el año anterior. No se registró un solo nacimiento en nueve de sus pueblos.
Por primera vez en 90 años, el número de ciudadanos italianos que viven en Italia se ha reducido a unos 55 millones, según Istat.
En 2014-18, el número de ciudadanos italianos residentes en el país se redujo en 677.000. Dos factores están detrás del descenso, según los expertos: una disminución de los nacimientos, que se encuentra en un mínimo histórico desde la unificación de Italia, y un aumento de la migración de jóvenes a otros países europeos en busca de oportunidades laborales. Casi 157.000 personas abandonaron el país en 2018, dijo Istat.
Según la ONU, Italia es la única economía europea importante cuya población se espera que disminuya aún más en los próximos cinco años. Ocupa el segundo lugar, detrás de Japón, como el país con la mayor proporción de personas mayores, con un estimado de 168,7 mayores de 65 por cada 100 jóvenes.
En un intento por resucitar estos pueblos, varios alcaldes, como el de Sutera, en la provincia de Caltanissetta en Sicilia, han abierto las puertas de sus casas vacías a los solicitantes de asilo que han cruzado el Mediterráneo desde Libia.
Otros, como Sambuca, que están decididos a hacer lo que sea para sobrevivir, han adoptado una estrategia que se ha puesto de moda en el sur: vender, o prácticamente regalar, casas abandonadas a quien quiera mudarse. El precio simbólico de una casa es solo 1 euro.
