Su alta calidad y nivel de protección los pusieron entre los más elegidos por los argentinos para protegerse del coronavirus. Es que el barbijo desarrollado por Atom Protect, el Conicet y la Universidad de San Martín, llamado Atom Protect N95 PLUS, tiene una capacidad filtrante superior al 97%.
Sin embargo, como suele suceder, no faltan los vivos que intentan sacar provecho del miedo de las personas a costa de su salud. Por eso ya hay quienes venden en su nombre y por Internet las versiones truchas que no protegen contra el COVID-19.
Por tal motivo, la empresa fabricante alertó sobre las características a las que hay que prestar atención al momento de adquirir una de estas mascarillas, para no caer en el engaño.
Fue Kovi, la textil de La Matanza que fabrica estas mascarillas, que detectó las falsificaciones que están a la venta en las redes sociales y distintas tiendas online.
A simple vista, advirtieron, parecen los barbijos reales debido a que copiaron la tipografía y el estampado del barbijo social N° 95. Por eso, desde la empresa aclararon cuáles son las características originales de sus productos y recomendaron comprarlos en la tienda virtual de la marca o farmacias autorizadas.
Atom Protect explicó que la primera tanda de producción fue de color celeste con estampa azul, pero aclaró que ya no se fabrican más de ese color. “Actualmente, el color es en tonalidades lila”, dijeron desde la marca, dependiendo el tono de las distintas tandas de producción.
Al diseño actual, lila con estampa en gris oscuro y elásticos redondos o planos, se le suma una edición limitada de color negro. Los falsos, en cambio, pueden ser de otros colores y varían también en tamaño y textura. Los originales vienen en envoltorios individuales y transparentes donde están escritas las características y las instrucciones de uso. La particularidad de los barbijos del Conicet es que son los primeros con tecnología autosanitizante, gracias a una capa invisible de nanotecnología que mata virus, hongos y bacterias por el simple contacto.
Las mascarillas originales tienen propiedades antibacteriales, antivirales y antihongos. En la página web de Atom Protect, se aclara que los productos están certificados por el INTI y el INTA, pero no tienen la autorización de Anmat. Con estas características, se distinguió a estos tapabocas como de “uso social” y se desarrolló también una versión para niños. Protegen a las personas durante las actividades diarias, pero no son aptas para uso profesional, es decir, médico.
Otra de las diferencias entre los originales y los truchos, es que los primeros están confeccionados con telas tratadas que ofrecen una barrera química contra el coronavirus. Esa barrera detiene los aerosoles que quedan flotando en el ambiente, por varios minutos hasta incluso algunas horas. En cambio, los falsificados no cumplen esa función. Mientras que los originales resisten 15 lavados, los truchos prometen más de 30.
Cómo saber si los barbijos son truchos
El tamaño, el pliegue y la textura son distintos a los originales. En algunos casos, los venden en colores distintos al lila o negro. Además, los entregan sin el envoltorio transparente de fábrica.
Los elásticos son más gruesos, como los que se venden en las mercerías, diferentes a la banda delgada de la versión original.
Los falsificados suelen ser mucho más caros que los originales: en la tienda virtual certificada por Kovi, el pack de diez unidades cuesta $4.390. En cambio, los truchos rondan -por la misma cantidad de unidades- los $8.500.
Efectividad del barbijo del Conicet
Tiene una capacidad filtrante para polvos y gotículas de más del 97%.
Además, contiene cuatro capas de protección: una externa semiimpermeabilizante que lentifica el ingreso de microgotas; una segunda capa de tela tejida de algodón poliéster con los mismos activos antivirales que el primer modelo de barbijo; un tercer filtro físico de tela no tejida con una capacidad filtrante, certificada por Nelson Labs (un proveedor líder en pruebas de laboratorio ubicado en Estados Unidos), del 97,1% para polvos a partir de 0,1 µm (micrómetros) y del 99,9% para aerosoles acuosos de cloruro de sodio (esta última medición, realizada por el equipo desarrollador); y, por último, una capa de tela tejida de algodón poliéster con los mismos activos bactericidas y fungicidas que el modelo Atom Protect original.