GENTE visitó la famosa torre y accedió a un sector desconocido para el público: el detrás del reloj que diseñó Gillett & Johnston, la misma empresa que creó el Big Ben.
Un regalo que forma parte de nuestra historia
“En 1909, residentes británicos de familias muy adineradas ligadas a las estancias y a los ferrocarriles decidieron hacerle un regalo al país por su primer Centenario. Al principio pensaron en algo ‘chico’, como la Pirámide de Mayo, pero se emocionaron tanto con la idea que terminaron haciendo esta torre, que se empezó a construir en 1912 –después de que se desalojara la usina de gas que ocupaba el predio– y que se inauguró el 24 de mayo de 1916”, cuenta con un gesto amable Daniel Vega (53), guía de la Dirección de Patrimonios, Museos y Casco Histórico de la CABA, que trabaja en la Torre desde julio de 2019.
Luego, contempla la imponente edificación y comenta: “Al ser un regalo, ellos se aseguraron de que todos los materiales vengan de Inglaterra. A tal punto que no sólo la empresa que la construyó, Hopkins and Gardom, era inglesa, sino que trajeron los ladrillos, los elementos de mampostería y hasta la mano de obra. Se dice que lo único local que se utilizó fue la arena y el agua. ¡Un regalo completo!”.
Fotos y video: Christian Beliera.
Edición de video: Cristian Calvani.