Se muestra como una persona reacia a sacar a la luz sus sentimientos más profundos. Sin embargo, Luciano Castro demostró el potencial de sus emociones con tan sólo una foto. Una imagen de su mujer, Sabrina Rojas, junto a sus hijos en común, Esperanza y Fausto, y Mateo de una relación anterior, lo quebró y lo llevó a ese rincón en el que las lágrimas brotan.
Ocurrió en el transcurso de PH, Podemos hablar, el programa que conduce Andy Kusnetzoff. En un momento, en la pantalla apareció su familia y el conductor le preguntó a Luciano que veía en esa foto. Lagrimeando, intentando recuperar el aliento luego del impacto que le provocó, soltó: “Lo mejor que hice en mi vida”.
Luego, intentando dejar atrás esa imagen de tierno, Castro rememoró su casamiento en secreto con Sabrina en 2016. Aquel año desarrolló toda una puesta en escena para que no salga a la luz uno de sus momentos más felices. “Lo mejor que hice fue el casamiento secreto, porque no se enteró nadie, de verdad. Si vos querés, te casás y no se entera nadie”.
A continuación, contó el plan que diseñó apenas conoció a Rojas. Siempre quiso que fuera al revés de los mandamientos y así lo llevó adelante. “Cuando la conocí a Sabrina le dije que nos íbamos a casar cuando ya tengamos hijos y una familia constituida. Le dije que lo íbamos a hacer al revés”.
Por último remarcó que la modelo nunca le creyó y que, más allá de ser uno de sus grandes deseos, pensó que no lo iban a concretar. Cuando ya había perdido las esperanzas llegó la gran propuesta de ponerle un marco legal a la cuestión: “Ella estaba segura de que nunca nos íbamos a casar, pero nos casamos”.
