Hace poco, cuando Lionel Andrés Messi Cuccittini (33) intentó salir del Barcelona, el futuro de su mujer, Antonella Roccuzzo (33), y de sus herederos, Thiago (8), Mateo (5) y Ciro (3), tambaleó. De hecho, el goleador confesó en una entrevista: "Fue un drama bárbaro. Mi mujer, con todo el dolor del alma, me apoyaba y acompañaba. Pero toda la familia estuvo llorando, porque mis hijos no querían irse de Barcelona ni cambiar de colegio”.
Sus hijos crecieron en la ciudad catalana y actualmente viven muy cerquita, en la localidad de Castelldefels, donde suelen entretenerse jugando a los videojuegos, al UNO, y disfrutando cosas atípicas, como huevos de chocolate de dinosaurios.
Sobre sus chicos, Leo Messi contó: "Mateo me desafía con la mirada. Y al final me termino riendo, porque le digo de todo y él se queda mirando y me desafía. Después, Thiago es un fenómeno, más bueno. Es lindo ver lo diferentes que son el uno con el otro. Mateo le grita los goles del Real Madrid para hacerlo enojar a Thiago. Y Ciro pinta más a Mateo".
¿Si el fútbol está siempre presente en este trío de varones? Su papá dijo: "A los dos mayores les gusta mucho, y Thiago entiende más porque ya es mayor. Comenta cosas del partido, del juego, de todo lo que va viendo y sucede. Está metido y ya recibí un par de críticas de su parte".
Igual, más allá de las canchas, ellos suelen ir a las fiestas de cumpleaños de sus compañeritos del colegio (el British School of Barcelona) acompañados por sus papás como si nada. Y algunos fines de semana visitan la comarca de la Cerdanya, en Girona, una región idílica en la que Leo asegura que es capaz de "desconectar muchísimo" y donde recientemente adquirió otra propiedad en la que pasan tiempo en familia (y en donde Antonella disfruta sacándoles fotos a sus hijos).
Por otra parte, puede que la familia siga creciendo, porque hace poco el astro admitió: "A Antonela y a mí nos gustaría tener una nena. Veremos más adelante. Todavía es pronto".