Lázaro Báez (64) fue condenado a 12 años de prisión por haber lavado entre 2003 y 2015 alrededor de 55 millones de dólares provenientes de la corrupción, en una causa que se conoce como "la ruta del dinero K", según resolvió hoy la Justicia.
El fallo dictado por el Tribunal Oral Federal N° 4 con el voto de los jueces Néstor Costabel, Gabriela López Iñíguez y Adriana Paliotti, también condenó a sus hijos Martín (9 años de prisión, como coautor), Leandro (5 años), Luciana (3 años, con cumplimiento en suspenso) y Melina Báez (3 años, con cumplimiento en suspenso), ya que aparecen como beneficiarios finales de las cuentas en Suiza por las que circuló ese dinero, que fue blanqueado tras sucesivas operaciones en paraísos fiscales de América y Europa.
Por su parte Leonardo Fariña, conocido por su casamiento con Karina Jelinek, fue condenado a cinco años de prisión, y Daniel Pérez Gadín, a ocho años de prisión, por considerarlo penalmente responsable del delito de lavado de activos.
También fueron condenados Jorge Chueco, ex abogado del empresario, Fabián Rossi, el ex de Iliana Calabró, César Fernández, Julio Enrique Mendoza, Eduardo Castro, Walter Sansot, Federico Elaskar (4 años de prisión), Martín Eraso, Claudio Fernando Bustos, Carlos Juan Molinari, Daniel Alejandro Bryn y Juan Ignacio Pisano Costa.
El juicio había comenzado en octubre de 2018 y en los primeros tramos del debate se preveía una duración de ocho meses, pero se sumaron inconvenientes que corrieron esos plazos hasta que, finalmente, la pandemia de coronavirus derivó en la suspensión de las audiencias desde el 20 de marzo último hasta junio pasado, cuando se reanudó de manera virtual.
Báez está detenido desde abril de 2016 por orden del juez federal Sebastián Casanello, que instruyó la causa y desde ese momento estuvo con prisión preventiva en la cárcel de Ezeiza, hasta que en septiembre de 2020 la Justicia le otorgó la domiciliaria.
En su última intervención durante el juicio, el 30 de diciembre pasado, el empresario aseguró ser víctima de una "persecución sistemática del poder político, la prensa y gran parte del Poder Judicial".
La maniobra de lavado
Para el fiscal Abel Córdoba, la maniobra contenida en los hechos de lavado abarca los US$ 54.872.866 de origen ilícito que fueron suministrados por el dueño de Austral Construcciones, Lázaro Báez. Ese dinero recorrió una serie de etapas por cuentas de empresas offshore en paraísos fiscales, se cambió en bonos del Tesoro argentino y reingresó a las cuentas de Austral Construcciones, la firma del empresario, en la sucursal Plaza de Mayo del Banco Nación.
Según acreditó la Justicia, el dinero circuló desde Santa Cruz a Buenos Aires, y luego al exterior a través de cuentas bancarias y sociedades radicadas en Suiza y Panamá. Luego fue repatriado a través de la compra de bonos argentinos, automóviles, un campo y un total de 1.420 viviendas, hoy en poder de la Justicia.