Framing Britney Spears, el documental periodístico producido por The New York Times, que se acaba de estrenar hace unos días en la plataforma estadounidense Hulu, retrata el ascenso y caída de Britney Spears (39), cuenta cómo pasó de ser la artista número uno a tocar en hoteles de Las Vegas y se centra en el porqué de su debacle, impulsada por las profundas crisis emocionales que la hicieron perder la custodia de sus hijos y no poder decidir por sí misma desde 2008, momento desde el que su padre, Jamie Spears, retiene su tutela legal.
El largometraje cuenta con las voces de varios periodistas del diario estadounidense, allegados a la Princesa del Pop (desde agentes y bailarines hasta directores de marketing) y militantes por su "liberación", que integran el movimiento #FreeBritney. Entre los profesionales del NYT se encuentra Liz Day, quien encabeza la investigación y asegura que el padre “puede decidir quién puede visitarla, ponerle guardaespaldas 24 horas al día, firmar contratos y acuerdos, tomar decisiones sobre su casa y sus tarjetas de crédito”.
Mientras la primera parte del documental llega hasta el 2008, la segunda hace foco en la lucha más reciente de Britney por liberarse del control de su padre.
Después del ruido de Framing... el caso de la cantante vuelve a la corte. La batalla legal sobre quién controlará las finanzas y decisiones personales de Brit regresará a los tribunales en medio de un actualizado debate y adhesiones de muchos de sus colegas, como Courtney Love, por citar sólo un caso.
A punto de cumplir los 40, Britney debe pedirle permiso a su padre para casi todo. Además de ése, que es el nudo principal del documental, se aborda el tratamiento machista que le han dado los medios, cómo es como mujer, madre y usuaria de las redes sociales y cómo es percibida por los paparazzi, quienes en 2007 fueron coprotagonistas de su mayor escándalo, cuando respondió a paraguazos ante su incesante acoso.
Hace apenas dos días, Spears compartió una publicación que algunos leyeron como una indirecta al estreno del documental. “Siempre me encantará estar en el escenario... pero me estoy tomando el tiempo para aprender y ser una persona normal... ¡Me encanta simplemente disfrutar de lo básico de la vida cotidiana”, escribió en el caption de una performance de Toxic de hace tres años.