Apenas se produjo la muerte de Diego Maradona aquel fatídico 25 de noviembre de 2020, la mirada estuvo puesta en sus hijas. Los cuestionamientos sobre los cuidados que recibía el ídolo futbolístico recayeron en Dalma, Giannina y Jana, tres de sus hijas, quienes tal vez podrían haber estado más cerca suyo luego de la internación domiciliaria en un country de Tigre.
En la mañana del miércoles 10, el abogado Alejandro Cipolla dijo en LAM que es el nuevo representante legal de Leopoldo Luque. Al mismo tiempo argumentó: “Diego estaba internado en su domicilio por recuperación de sus adicciones, no tenía por qué tener un desfibrilador. No es tan fácil internar a una persona, hay todo un proceso legal”, comentó.
La frase le dio el pie a la periodista Maite Peñoñori, que convalidó sus dichos y recalcó: “De las declaraciones surge que estaba internado por sus adicciones. En eso tiene razón Cipolla. Vos no podés internar a una persona, sino que tenés que judicializarlo”.
Luego agregó el motivo por el cual las hijas que tenía más cerca no podían verlo con frecuencia: “A mí lo que me cuentan es que las chicas querían internarlo y por eso en el último tiempo Diego no quería recibirlas. Porque todo el tiempo decía: ‘Éstas me quieren internar’”.
“Si Diego no quería, no lo podían internar. Tenían que judicializarlo. Del expediente surge que el control estaba puesto en que Diego no consumiera alcohol”, cerró Peñoñori sobre las circunstancias que marcaron el fatal desenlace.