Durante el verano del año 2000, Charly García atravesaba por uno de sus momentos más tormentosos. Fue la época denominada “Say no more”. En marzo de ese año, fue noticia no por alguno de sus tantos éxitos, sino por un episodio que le podría haber costado su vida. Ocurrió en Mendoza, cuando se tiró desde el noveno piso del hotel en el que paraba, a la pileta.
Charly había sido contratado, junto con Nito Mestre y Mercedes Sosa, para participar de la celebración de vendimia. El show fue el 2 de marzo, en el Estadio Malvinas Argentinas. Luego del exitoso show, García se va a un bar, allí ocurren una serie de altercados en el que le tiran un vaso de whisky (nunca quedó claro si participó o si fueron quienes estaban con él) y se lo llevan detenido. A la mañana siguiente lo sueltan y se va al hotel.
Llegó el momento previo a que se tire y aquí hay varias versiones. Una que indica que se tiró desde su habitación, otra, según comentó el periodista Bobby Flores, que estaba en un recito para que los niños hospedados allí puedan jugar. ¿Qué dice Flores? Que allí había dos gatitos, uno de peluche y otro de hule. Esos fueron los dos primeros que volaron a la pileta.
Para calcular la caída, Charly se asomó a la baranda y arrojó al de hule, que no cayó en el agua y pegó contra el cemento. El segundo si fue a parar al agua y eso lo entusiasmó. Todo esto ocurrió mientras la policía estaba en el hall del hotel, preguntado por él.
Con los policías en su puerta, con los fanáticos saludándolo desde la vereda, el músico se trepó a la baranda y se tiró. El dato curioso de ese día, es que Alberto Flamarique, por entonces ministro de Trabajo, que estaba en el hotel dando una conferencia de prensa, justo con su vista hacia la ventana. En un momento, interrumpió su relató para decir: “Acabo de ver a Charly García pasar volando”.
Meses después, el artista sacó el disco Sinfonías para adolescentes, en el que incluyó los temas con los que hizo referencia a lo acontecida aquella tarde: “Me tiré por vos” y “Noveno B”.