La preocupación por el medio ambiente no es un tema nuevo. Desde hace décadas, las comunidades científicas alertan sobre la necesidad de tomar conciencia del cuidado de la Tierra. En 1972, la Conferencia de las Naciones Unidas Sobre el Ambiente reconoció la importancia de la educación para impulsar la responsabilidad individual y social en este aspecto.
Desde entonces, cada 26 de enero se celebra el Día Mundial de la Educación Ambiental. Su objetivo es impulsar a los gobiernos a tomar medidas que tiendan a proteger los recursos naturales y, al mismo tiempo, dar respuesta al impacto ambiental.
Objetivos principales de la educación ambiental
El fin de promover la educación ambiental es despertar conciencia del daño que se le causa al planeta que, como afirmó el papa Francisco en Laudato Si', "clama por el daño que le provocamos a causa del uso irresponsable y del abuso de los bienes". Los objetivos se pueden sintetizar en seis principales líneas, de las que deberían desprenderse propuestas de acción diversas teniendo en cuenta el contexto temporal, social, geográfico, político y económico.
- Conciencia. Se trata de facilitar a las personas información de calidad a fin de que adquieran una mayor sensibilidad respecto a los problemas del medio ambiente y la urgencia de adoptar medidas menos dañinas para el entorno.
- Actitudes. Se busca la promoción de valores sociales y despertar un profundo interés por el medio ambiente que sea el punto de partida de un compromiso activo a favor del planeta.
- Aptitudes. Para lograr un impacto positivo es fundamental desarrollar nuevas aptitudes y brindar herramientas que permitan una mejor relación con el ambiente.
- Evaluación. Llevar estadísticas que permitan visualizar y enseñar la evolución de los procesos tanto cuando se trata de impacto positivo de las acciones como cuando implica evidenciar un deterioro o crisis.
- Participación. Promover que grupos e individuos se involucren en búsqueda de soluciones y apuntar cómo los ciudadanos pueden (y deben) exigir al gobierno que tome medidas a favor del medio ambiente.
Educación ambiental en Argentina: qué es la Ley Yolanda
Desde el Ministerio de Ambiente y Desarrollo sostenible sostienen que "la educación ambiental es un proceso continuo que promueve la sostenibilidad como proyecto social, entendiendo que esto implica un desarrollo con justicia social, distribución de la riqueza, preservación y conservación de la naturaleza, igualdad de género, protección de la salud, democracia participativa y respeto por la diversidad cultural". Y habitar en un "ambiente sano, equilibrado, apto para el desarrollo humano y para que las actividades productivas satisfagan las necesidades presentes sin comprometer las de las generaciones futuras" es un derecho constitucional.
(... ) Las autoridades proveerán a la protección de este derecho, a la utilización racional de los recursos naturales, a la preservación del patrimonio natural y cultural y de la diversidad biológica, y a la información y educación ambientales.
Art. 41 Constitución Nacional
En noviembre se sancionó en diputados la llamada Ley Yolanda según la cual los trabajadores que se desempeñen en los tres poderes del Estado deben recibir “capacitación obligatoria en ambiente, con perspectiva de desarrollo sostenible y con especial énfasis en cambio climático”.
La Ley es un homenaje a la tucumana Yolanda Ortiz (1926-2019), doctora en Química y primera secretaria de Recursos Naturales y Ambiente Humano en nuestro país. La idea de que los empleados estatales reciban educación ambiental surgió a partir de la acción de Jóvenes por el Cambio, durante una jornada de concientización en el marco del Día Internacional del Medio Ambiente (5 de junio). "Es fundamental generar un cambio en la sociedad que vivimos y en esta Casa Común que nos cuida todos los días", declaró la senadora María Eugenia Catalfamo al sancionarse la Ley.
Los legisladores entienden que la aplicación de la Ley Yolanda derivará en una mejor perspectiva a la hora de crear políticas y a su vez la implementación de las mismas debería repercutir en una mayor y mejor educación ambiental en toda la sociedad.
Claves en el cuidado del medio ambiente
Publicada en 2015, la encíclica Laudato Si' propone algunos puntos que resultan ser centrales en la educación ambiental. La carta recupera enseñanzas de científicos, teólogos, filósofos y organizaciones sociales. Plantea "el desafío urgente de proteger nuestra casa común incluye la preocupación de unir a toda la familia humana en la búsqueda de un desarrollo sostenible e integral, pues sabemos que las cosas pueden cambiar".
Allí se manifiestan algunos aspectos que son centrales en la educación ambiental.
- El mundo como un "depósito de porquería". “Se producen cientos de millones de toneladas de residuos por año, muchos de ellos no biodegradables: residuos domiciliarios y comerciales, residuos de demolición, residuos clínicos, electrónicos e industriales, residuos altamente tóxicos y radioactivos. La tierra, nuestra casa, parece convertirse cada vez más en un inmenso depósito de porquería. En muchos lugares del planeta, los ancianos añoran los paisajes de otros tiempos, que ahora se ven inundados de basura. Tanto los residuos industriales como los productos químicos utilizados en las ciudades y en el agro pueden producir un efecto de bioacumulación en los organismos de los pobladores de zonas cercanas, que ocurre aun cuando el nivel de presencia de un elemento tóxico en un lugar sea bajo. Muchas veces se toman medidas solo cuando se han producido efectos irreversibles para la salud de las personas”.
- Extinción de especies. "Cada año desaparecen miles de especies vegetales y animales que ya no podremos conocer, que nuestros hijos ya no podrán ver, perdidas para siempre. La inmensa mayoría se extinguen por razones que tienen que ver con alguna acción humana".
- Deuda ecológica. "De diversas maneras, los pueblos en vías de desarrollo, donde se encuentran las más importantes reservas de la biosfera, siguen alimentando el desarrollo de los países más ricos a costa de su presente y de su futuro. La tierra de los pobres del Sur es rica y poco contaminada, pero el acceso a la propiedad de los bienes y recursos para satisfacer sus necesidades vitales les está vedado por un sistema de relaciones comerciales y de propiedad estructuralmente perverso. Es necesario que los países desarrollados contribuyan a resolver esta deuda limitando de manera importante el consumo de energía no renovable y aportando recursos a los países más necesitados para apoyar políticas y programas de desarrollo sostenible".
- “Hace falta cuidar los lugares comunes, los marcos visuales y los hitos urbanos que acrecientan nuestro sentido de pertenencia, nuestra sensación de arraigo, nuestro sentimiento de ‘estar en casa’ dentro de la ciudad que nos contiene y nos une. Es importante que las diferentes partes de una ciudad estén bien integradas y que los habitantes puedan tener una visión de conjunto, en lugar de encerrarse en un barrio privándose de vivir la ciudad entera como un espacio propio compartido con los demás. Toda intervención en el paisaje urbano o rural debería considerar cómo los distintos elementos del lugar conforman un todo que es percibido por los habitantes como un cuadro coherente con su riqueza de significados. Así los otros dejan de ser extraños, y se los puede sentir como parte de un ‘nosotros’ que construimos juntos. Por esta misma razón, tanto en el ambiente urbano como en el rural, conviene preservar algunos lugares donde se eviten intervenciones humanas que los modifiquen constantemente”.
- Reutilizar. “La educación en la responsabilidad ambiental puede alentar diversos comportamientos que tienen una incidencia directa e importante en el cuidado del ambiente, como evitar el uso de material plástico y de papel, reducir el consumo de agua, separar los residuos, cocinar solo lo que razonablemente se podrá comer, tratar con cuidado a los demás seres vivos, utilizar transporte público o compartir un mismo vehículo entre varias personas, plantar árboles, apagar las luces innecesarias. Todo esto es parte de una generosa y digna creatividad, que muestra lo mejor del ser humano. El hecho de reutilizar algo en lugar de desecharlo rápidamente, a partir de profundas motivaciones, puede ser un acto de amor que exprese nuestra propia dignidad”.