Se presenta como "El peluquero de Dios". Y no es para menos: en el último tiempo Franco Agostinelli (27) era la persona a la que Diego Armando Maradona llamaba para cuidar su imagen. Es fanático de Gimnasia y Esgrima La Plata, vive en Ensenada y logró generar un vínculo de confianza con el gran futbolista.
Si bien está acostumbrado a lookear a jugadores del club que ama, la llegada del Diez fue otra cosa. "Desde el primer día supe que mi vida iba a cambiar y eso que no me imaginaba todo lo que se venía después", escribió Agostinelli en su cuenta de Instagram el 25 de noviembre, justo después de enterarse de la muerte de su ídolo. "Tuve la suerte de cortarte el pelo y el placer de conocerte , dos cosas que ni en el mas optimista de mis sueños creí reales... Hoy te despido con un dolor en el alma, pero sé que tu recuerdo me va a acompañar hasta el último día de mi vida", agregó en un mensaje que acompañó con postales que atestiguan el vínculo.
Se habían conocido hace algo más de un año. Fanático del fútbol, Agostinelli fue, como buen hincha, a la multitudinaria recepción que el club platense le brindó al astro. Más tarde tuvo la oportunidad de conocerlo. "Desde el día que me enteré que iba a ser el técnico de mi club soñé con este momento... y hoy se dio... la felicidad es inmensa, inexplicable... tanta que se me explotan los ojos de lágrimas. En mi mente siempre va a quedar grabada esta foto y esos minutos en los que estuve al lado de Él ? , Gracias D10S por elegir Gimnasia, y ojalá no te vayas nunca de acá... Te amo Diego", reflexionó emocionado el día que por fin se encontró con su ídolo.
Pasaron unos meses más antes de que Diego lo eligiera como su peluquero personal. Fue en enero de 2020. Estaba en la previa del partido de Gimnasia contra Vélez, cortándoles el pelo a varios de los jugadores y uno se acercó a decirle que al día siguiente le tocaría Maradona. No lo creyó. "¿Diego se iba a cortar conmigo, un peluquero de barrio? Nada que ver. Me imaginaba que se cortaba con alguien de renombre o en una peluquería más copada", confesó en nota con Infobae. Recién se dio cuenta de lo que estaba pasando cuando el técnico pasó por al lado y le advirtió que al día siguiente le tocaba a él.
Fue un gran desafío. No sólo tenía que estar a la altura como profesional, sino que debía reservarse las preguntas que le haría como hincha. Le advirtieron que no se pusiera a elogiarlo, sino que lo tratara como a cualquier cliente Y él ídolo le pidió que mantuviera su corte del momento: rapado en los lados, más largo arriba, con la línea bien marcada y peinado a la derecha.
Agostinelli recuerda sus nervios y la sensación de no saber de qué hablar. Hasta que sonó Luna tucumana y preguntó quién la cantaba. Aclara que sabía que era Mercedes Sosa, pero necesitaba una excusa para romper el hielo. El Diez respondió quién era y agregó que ese tema le gustaba porque le hacía acordar a sus padres. A partir de ahí, el ambiente se relajó y cuando terminó su trabajo Agostinelli lanzó: "Te quedó fachero". Y antes de despedirse le pidió que le firmara la pierna para tatuarse sus trazos, pero no le cobró.
Más tarde, los jugadores le mostraron un mensaje de Maradona que decía que si no valoraba su trabajo, no lo iba a llamar más. El ex jugador le pagaba cada vez, a través de sus asistentes, lo que valía un corte multiplicado por 10.
Volvió a encontrarse con el Diez una semana más tarde, el 31 de enero de 2020. Y desde entonces siempre repitió el mismo estilo que, según Agostinelli, el astro vio por primera vez en el delantero Eric "La Perla" Ramírez. En las sucesivas visitas se fue construyendo un vínculo de confianza.
"Prefería que él planteara los temas, porque no sabía cómo podía reaccionar. Por más que me interesara, no me daba para preguntarle cómo iba a formar el equipo en el siguiente partido o cosas así. Prefería que él se sintiera libre de contar lo que quisiera. Y si él quería, hablábamos y si quería que me quedara callado, me quedaba callado", comenta el peluquero de Ensenada.
En los meses que siguieron, Maradona le contó cuánto extrañaba a su padre. "Me dijo que cuando falleció sintió que le arrancaron un pedazo de su vida y que eso a veces le pesaba". Lamentablemente, el aislamiento cortó la relación.
Agostinelli –que siempre temió que se acabara su vínculo con el ídolo– no pensó que volvería a cruzarse con el DT, pero el 5 de septiembre lo llamaron para que fuera a verlo. Diego lo había llamado porque quería estar impecable a la hora de ver a su hijo menor, Dieguito Fernando. Le hablaba mucho de que él y su nieto Benjamín (el hijo de Gianinna y el Kun Agüero) eran su debilidad. "Siempre me decía que lo habían agarrado cansado. No decía 'viejo' sino 'cansado'. Que le hubiera gustado estar más activo para jugar con ellos", contó el estilista.
En esa visita hasta logró modificar su look. Por eso se sorprendió cuando, a la semana siguiente, el ex jugador lo echó de la casa. “Perdoname, pensé que eras otra persona y no tengo ganas de que me rompan los huevos. Esperame que ahora nos cortamos", dijo después de que le informaran que era su peluquero.
Un mes más tarde Diego volvió a sorprenderlo. Esta vez fue porque los asistentes le pidieron que esperara al astro, que quería pagarle en persona. "Muchas gracias por tu trabajo. Gracias por tomarte el tiempo de venir hasta acá a cortarme el pelo", le dijo mientras le daba el dinero.
Fue la última vez que lo vio. Verónica Ojeda lo llamó para que lookeara al astro antes de su 60º cumpleaños. Agostinelli tenía preparada una sorpresa para el Diez. Pero nunca se la pudo dar. Quería regalarle una capa personalizada con la foto del Diez levantando la Copa del Mundo. El 28 de noviembre, como homenaje, les pidió a los jugadores de Gimnasia que la usaran mientras les cortaba el pelo.