Hace dos años Maximiliano Guerra, uno de los bailarines más prestigiosos y que tan bien representó al país en todas partes del mundo, dejó los escenarios. Cuando lo hizo, comentó que ya no se sentía como en el living de su casa, sensación que necesita percibir cada vez que se embarca en un proyecto.
Luego de un descanso de la actividad que desarrolló desde muy chico, decidió volver al ruedo, pero ya no como artista, sino como político. Incursionando en el espacio del PRO, está vinculado a distintas tareas sociales, encomendadas por quien parece ser su mentora en esta área, Patricia Bullrich.
Desde hace un mes, Guerra recorre barrios del Conurbano, enfocado en llevar adelante capacitaciones, pero sobre todo asistencia sanitaria. De esta manera, la idea principal es –según indicó– continuar con el espíritu del cual habló Bullrich cuando era ministra de Seguridad.
“Patricia me encargó que, junto a Daniel Barberis, armáramos el PRO social. Se armó la pata social del partido, que fue una de las cosas que fallaron en la gestión pasada”, comentó el artista, que a la par sigue dando clases en su escuela de danzas.
De esta manera, su paso por La Matanza fue la iniciación de las diferentes tareas que va a desarrollar junto con otros integrantes del partido y que ya se empieza a pensar a nivel nacional. La idea principal es generar puentes para aquellas personas que están en la pobreza.
Por otra parte, comentó que el espacio que lidera es únicamente social y que por el momento no está haciendo política. “Mi lugar, por ahora, es donde estoy. Nunca me apuré. Hoy hago esto y además doy clases con diferentes plataformas y también virtuales”, comentó Maxi.