Una enorme y esperada cantidad de información sobre avistamientos de objetos voladores no identificados, ovnis, y fenómenos aéreos sin explicación de los últimos 70 años ha sido desclasificada por la CIA y puede ser descargada por el público en general.
La posibilidad de realizar esto se desprende de una cláusula que incluyó Trump en el último paquete de estímulos promulgado para enfrentar la pandemia de coronavirus, que garantiza que los servicios de inteligencia compartan con el Congreso toda la información recopilada sobre ovnis.
Gracias a The Black Vault, un sitio de entusiastas de los ovnis y centro de intercambio de archivos relacionados, ahora se pueden descargar los documentos desclasificados proporcionados por la CIA de los últimos 70 años.
John Greenewald Jr fundador, de The Black Vault, ha pasado los últimos 25 años pidiendo a la CIA para que libere los registros. Ahora, luego de obtenerlos, ha escaneado las más de 2.700 páginas de documentos sobre Fenómenos Aéreos No Identificados (UAP por sus siglas en inglés), que es el término que utiliza el gobierno de Estados Unidos para los ovnis.
John afirma que está realizando una labor social, ya que “todo el mundo tiene derecho a saber” lo que las agencias han investigado sobre ovnis y fenómenos.
Los archivos contienen los más diversos materiales, desde personas que afirman haber visto explosiones en el cielo, cráteres que aparecen en algún lugar sin explicación, formas raras en los cultivos, hasta la disputa de un fugitivo bosnio con un presunto contacto extraterrestre.
“Hace unos 20 años luché durante años para que la CIA publicara registros adicionales de ovnis”, dijo Greenewald en un correo electrónico. "¡Fue como arrancar dientes! Di vueltas y vueltas con ellos para intentar hacerlo, y finalmente lo logré. Recibí una caja grande, de un par de miles de páginas, y tuve que escanearlas una por una".
Greenewald comenta que la CIA afirma que todos sus documentos están allí, pero que no hay forma de demostrarlo ni verificarlo, y que puede que no hayan revelado todo.
“La CIA ha hecho que sea increíblemente difícil usar sus registros de manera razonable. Ofrecen un formato que está muy desactualizado y ofrecen salidas de archivos de texto, en gran parte inutilizables, que creo que pretenden que la gente use como herramienta de “búsqueda”. En mi opinión, este formato desactualizado hace que sea muy difícil para las personas ver los documentos y usarlos para cualquier propósito de investigación", afirma Greenewald.
