En medio de las dudas de algunos sectores acerca de la eficacia de la Sputnik V, elaborada por el instituto ruso Gamaleya, comenzó el plan de vacunación en todo el país. El Gobierno nacional importó 300 mil unidades y las distribuyó en las provincias. El programa comienza en medio de las Fiestas y en coincidencia con un leve aunque sostenido incremento de los casos en todo el país.
El último sábado, en videoconferencia con los mandatarios provinciales, el presidente Alberto Fernández había señalado: "La idea es que cuando llegue el otoño tengamos vacunada a la mayor cantidad de gente en riesgo. Ése es mi objetivo. Mientras tanto, cuidarnos y que nuestros compatriotas entiendan que el riesgo está latente y que hay que evitar las aglomeraciones como las de los últimos días”.
Un 41 por ciento del total de las dosis fue entregado a la provincia de Buenos Aires. La Ciudad de Buenos Aires recibió 23.100 y el lugar elegido para comenzar la campaña fue el Hospital Argerich. Todo estaba listo, minutos antes de las 9 de la mañana, para que los primeros cinco trabajadores de la institución recibieran la dosis inicial de la esperada vacuna: Marcia Pozzati (bioquímica), Fabiana Geliberti (jefa de residentes), Laura Fuertes (kinesióloga), Alberto Lannia (camillero de turno) y Karina de la Iglesia (jefa de Enfermería de la Unidad de Terapia Intensiva B).
Karina fue la primera en recibir la vacuna. Contó que trabaja en el hospital desde 2011 y que entre 2017 y 2019 prestó servicio en el vacunatorio. Al igual que sus compañeros, se emocionó al ser parte de lo que define como "la luz al final del túnel".
Lejos de temer por haber recibido una vacuna cuestionada por una parte de la "comunidad científica", señaló que confía en las vacunas en general y en ésta en particular. Estudió la licenciatura en enfermería en la Universidad Abierta Interamericana. Aparte de ser jefa de Enfermería en Terapia Intensiva en el Argerich, trabaja en Vacunar.
Minutos antes de la entrevista en Flor de equipo (Telefe), Florencia Peña había contado que una de las razones por las que eligió verde para el programa de hoy es porque la campaña de vacunación enciende la esperanza y ese color simboliza la esperanza. De este tema habló Karina de la Iglesia apenas una hora después de haber recibido la primera dosis de la vacuna contra el coronavirus y de ser aplaudida por personal del hospital.
"Vemos la luz al final del túnel. La pasamos muy mal. Tuvimos un año lleno de incertidumbre. Tuvimos que adaptarnos. Cambiar protocolos. Estuvimos solos. Vimos morir a mucha gente", aseguró.
Contó que las autoridades del hospital fueron las que convocaron al personal de salud para vacunarse. Y cuando le preguntaron si quería ser la primera argentina en recibir la vacuna confesó que a ella no le importaba ser la primera, la segunda o más, sólo le importaba vacunarse.
Asimismo, relató que nadie en su familia padeció la enfermedad y recordó la "sensación de trabajo en vano" ante una enfermedad desconocida y variable que atacó a algunos con mucha rapidez y sin que desde la ciencia se pudiera hacer nada por ellos.