El domingo 27, Juana Viale se despidió del ciclo de este año de Almorzando con Mirtha Legrand dejando su impronta. Ingresó al estudio no con la cortina tradicional del programa, sino con Par-Tusa, uno de los éxitos de El Dipy. Bailando al compás de la cumbia y con una sonrisa que denotaba su felicidad, le dedicó varios minutos a ese momento.
Cuando llegó el momento de la presentación, soltó: “Ya está, terminamos. Es el último programa que tenemos de este ciclo”, comentó y agregó la frase que aún resuena en cada rincón, pero sobre todo en la casa de La Chiqui: “Váyanse todos a la pu... que los parió”, mientras el sonido del beep tapaba cada una de sus palabras para que no se escucharan al aire.
Con el correr de las horas se supo que se trató de un desahogo. La actriz estuvo bajo la lupa desde el primer instante en que se hizo cargo del programa de su abuela y eso le generó una gran presión. Muchos esperaron verla pisar el palito pero ella, siempre marcando su estilo como principio general, se defendió y supo sobreponerse al qué dirán.
“Me hizo rememorar mi famoso ‘¡Carajo, mierda!’, del cual siempre me arrepentí”, comentó Mirtha.
Ahora, con la calma como un manto que tranquiliza, la que habló del tema fue su abuela. “No lo vi en vivo, porque no quiero mortificarme. Me dijo Juani que es el título de una canción. Yo también la había escuchado varias veces en la radio”, le contó Legrand a y agregó: “Me hizo rememorar mi famoso ‘¡Carajo, mierda!’, del cual siempre me arrepentí”.
Por otro lado, no ocultó su fastidio con quienes no elogiaron a su nieta por el trabajo realizado. Incluso, puso mayor énfasis en la última emisión –sábado 27– de La noche de Mirtha, el programa más visto de los canales de aire en esa franja.
Por último, no ocultó sus ganas de que Viale siga ocupando su lugar el año que viene. Esto es algo de lo que la familia viene hablando y una de las posibilidades es que ella conduzca uno de los envíos y Juana el otro.
