Lejos de ponerse a pensar en el qué dirán y apostando a su impronta, Juana Viale sorprendió en el último programa del año de Almorzando con Mirtha Legrand con su entrada al estudio. Con la canción Par-Tusa de El Dipy, que reemplazó a la histórica cortina del programa propiedad de Mirtha Legrand, ingresó bailando y disfrutando del momento. La alegría se apoderó de su rostro y de sus caderas.
Luego, con el aire que le quedaba, comenzó: “¡Ya está! ¡Terminamos! Es el último programa que tenemos de este ciclo”, apuntó y agregó en un grito: “Váyanse todos a la pu... que los parió”, mientras el famoso y clásico "beep" tapaba la palabra para que no se escuchara al aire.
Luego de ese instante, y antes de presentar los mejores momentos del año, se tomó un segundo para agradecer y, sobre todo, poner el foco en su trabajo. Contó que no fue un año fácil y que haber estado en el sillón de su abuela le sirvió para crecer profesionalmente y aprender.
“Muchas gracias a todos por haberme hecho el aguante de algo que al principio no sabía hacer. Aprendí un poquito en estos nueve meses. Gracias a todos, a los que están detrás de cámaras, porque no saben lo que significa estar ahí con una mina que casi no sabía preguntar”, manifestó.
Como sucedió a lo largo de su recorrido, Juana supo dejar su huella. Bendecida por su abuela, que le dio libertad, ella supo aggiornar y buscarle otra alternativa a uno de los clásicos de la televisión argentina.
