Luego de meses de espera, Mirtha Legrand (93) volvió a La noche de Mirtha Legrand, uno de los dos ciclos de entrevistas que tiene en Eltrece. Se sentó en la cabecera, el lugar que desde marzo venía ocupando su nieta Juana Viale (38).
Aunque algunos dudaban, la actriz demostró que podía llevar adelante el ciclo, que ya tiene más de 50 años en el aire. A lo largo de estos nueve meses Viale recibió a empresarios, políticos y personalidades del mundo del espectáculo.
Debió escuchar todo tipo de críticas: desde sus looks hasta sus posturas políticas. Y con el tiempo fue adueñándose del rol de conductora. Eligió a Gino Bogani, que cada semana creó para ella dos looks originales, compartió tips de cocina con Jimena Monteverde y hasta se animó a hablar de su noviazgo y de la educación de sus hijos, entre múltiples otros temas.
Este sábado fue a la vez anfitriona e invitada de su abuela, que volvió al show en una esperada gala. También Marcela Tinayre (70) fue de la partida. Tres generaciones de mujeres compartieron una mesa íntima, con intercambios familiares y la emoción de haber atravesado un año difícil.
A los múltiples acontecimientos que atravesaron a toda la sociedad se sumó la muerte de Goldy, un duro golpe para Mirtha. Por entonces, Juana estuvo a la altura y recordó a su tía abuela en los dos programas del fin de semana posterior al fallecimiento.
Entre idas y vueltas, las preguntas "incómodas" que ya son una marca registrada de Mirtha y que no podían faltar, ella se animó a confesar el impacto que tuvo la cuarentena en su vida.
"Me hice adicta a los WahtsApps. Es una pasión que tengo. Tengo los dedos duros, mochos de tanto teclear", le contó a su nieta. Y enseguida agregó: "Me gusta comunicarme con la gente".
También reconoció que dejó las llamadas telefónicas de lado y tuvo que hacerse cargo de mensajes que hace a cualquier hora de la madrugada. "¡Ah, sí! Yo me despierto a las tres o cuatro de la mañana y mando", contó.
Antes había confesado que si bien WhatsApp se convirtió en una pasión, no es que se haya vuelto una fanática de la tecnología. "Hay otras cosas del teléfono que no entiendo", declaró.
Fiel a su estilo y con la confianza del vínculo que tiene con Juana, le espetó: "A veces te mando un WhatsApp y no me contestás". A lo que su nieta, con la misma soltura, respondió: "Es que me escribís a las dos de la mañana".
El diálogo sirvió como excusa perfecta para que Juana la dejara en evidencia: ansiosa por el regreso, Mirtha casi no durmió antes de la grabación del programa.
